La Voz de Galicia

Larena cobra cinco millones por siete meses de trabajo

Economía

a. b. madrid / colpisa

A razón de 700.000 euros por mes le ha salido al ex consejero delegado del Banco Popular su fugaz paso por la entidad

03 May 2017. Actualizado a las 05:00 h.

A razón de 700.000 euros por mes le ha salido a Pedro Larena, ex consejero delegado del Banco Popular, su fugaz paso por la entidad, ya que por los siete meses en los que ejerció como primer ejecutivo se ha llevado cinco millones de euros, como adelantaba ayer Cinco Días.

Dicha cuantía corresponde a tres anualidades -en ese tiempo no podrá trabajar en el sector financiero, aunque sí en cualquier otro- y la pensión, que no indemnización, correspondiente al período.

Larena desembarcó en el Popular en julio del pasado año, procedente del Deutsche Bank, y fue el primer consejero delegado en la historia de la entidad que no había desarrollado en ella su carrera. Su cometido, como segundo del entonces presidente, Ángel Ron, era completar el plan de transformación del grupo, iniciado tras la ampliación de capital de junio por importe de 2.500 millones.

Pero ni el cierre de oficinas, ni un ERE para casi 2.600 empleados, ni el proyecto de crear un banco malo propio para sacar del balance hasta 6.000 millones en fallidos del ladrillo, ni tampoco el énfasis con el que Larena aseguraba que el Popular era un bancazo lograron frenar la caída libre de la entidad, la segunda de Galicia tras la compra del Pastor. Meses más tarde admitió que el Popular estaba herido, pero mantenía intacta la confianza en su capacidad para reponerse. El último revés, después de presentar en febrero las cuentas del 2016 con unas pérdidas récord de 3.500 millones, lo supuso el hecho de que el nuevo presidente, Emilio Saracho, anunciara en abril una revisión de esas cuentas por importe de 600 millones.

Ese mismo día, apenas mes y medio después de que Saracho asumiese la presidencia, Larena presentó su dimisión «por motivos personales»: la falta de sintonía con el jefe era evidente. Precisamente, el hecho de que dimitiera, en lugar de ser despedido, le ha rebajado al banco la factura de su salida en un millón de euros, el del bonus que no percibe.

Quien no recibirá la indemnización que reclamaba será Ron, al no haber acuerdo con la nueva dirección. Se llevó 24 millones de pensión y aún puede recurrir a la vía judicial.


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