Abanca dispara su beneficio un 23,1 % captando más de 60.000 nuevos clientes
Economía
La entidad, que ganó hasta junio 229 millones, incrementó un 6 % el crédito concedido
28 Jul 2017. Actualizado a las 05:00 h.
Abanca ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio neto de 229 millones, lo que supone un 23,1 % más que en el mismo período del año anterior. «Ha sido un buen semestre», resumió ayer, durante la presentación de los resultados, el presidente de la entidad, Juan Carlos Escotet, destacando la importancia que en las buenas cifras ha tenido el crecimiento sostenido del crédito (un 6 % más interanual, hasta los 26.884 millones de euros), especialmente a pymes y autónomos, que concentran casi dos tercios del total de la financiación concedida.
A lo anterior se suma, como subrayó el consejero delegado, Francisco Botas, la «intensa» captación de nuevos clientes. Ejemplo de ello es que entre enero y junio la entidad atrajo 60.000 nuevas nóminas, mientras que, en términos interanuales, el número de pensiones y nóminas domiciliadas creció casi un 7 %, lo que la consolida como entidad receptora de recursos. De hecho, la confianza de los clientes -familias y empresas- ha tenido como resultado que la captación de recursos se haya elevado en el semestre un 6,4 % interanual, hasta los 36.204 millones de euros, con mayor peso de los saldos a la vista y los productos de valor, según explica el banco.
Igualmente han tenido un buen comportamiento los fondos de inversión, planes de pensiones y seguros, que crecieron en el período 1.184 millones, un 27 % interanual, contribuyendo a incrementar y diversificar los ingresos recurrentes de la entidad, que crecieron un 16,2 %, permitiendo a Abanca obtener una rentabilidad de doble dígito, concretamente del 11,4 %.
Paralelamente al mayor volumen crediticio, la ratio de morosidad se ha reducido hasta el 5,6 % (casi 2,5 puntos porcentuales respecto a julio del 2016), lo que la coloca más de dos puntos por debajo de la mora media del sector. Asimismo, la mejora de la calidad de la cartera implica una menor carga de provisiones, que en esta primera mitad del año se redujeron en 34 millones, casi un 70 % menos que en el mismo período del 2016. En lo que respecta a la cobertura total de los activos problemáticos, se eleva al 55 %.
La buena salud del negocio de Abanca la redondea el crecimiento de los márgenes. La combinación del incremento del margen comercial y de la reducción de los costes mayoristas se traduce en una «mejora continua» del margen de intereses, hasta los 232 millones a 30 de junio, casi un 17 % más. Las comisiones netas repiten la tendencia, creciendo un 14,5 %, hasta los 87,6 millones de euros, especialmente por las ventas de productos de valor añadido, como es el caso de los fondos.
Con un exceso de capital de 1.845 millones respecto al nivel exigido por el BCE, la holgura de solvencia y liquidez de Abanca le permiten abordar con comodidad una nueva etapa estratégica y, libre ya de las limitaciones de Bruselas, centrarse en su expansión. Al respecto, Escotet aseguró que, aunque la entidad tiene ambición nacional, «nuestra base de desarrollo y crecimiento será Galicia».
Destacó que la apuesta digital no se traducirá en cierre de oficinas y, respecto a una hipotética venta de Abanca, recordó que en los 40 años del Grupo Banesco nunca se ha vendido ninguna de sus inversiones. «En Galicia no va a ser distinto», zanjó.
Escotet traslada a los empresarios que este es «un buen momento para invertir»
En un encuentro celebrado con más de un centenar de empresarios, en el que analizó la situación económica, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, trasladó ayer un mensaje de optimismo al auditorio: «Vivimos un buen momento para invertir», tanto por el acompañamiento de los datos macroeconómicos como por las favorables condiciones de financiación. Hizo hincapié en que en el caso de Galicia el crecimiento es «especialmente llamativo», con los mejores indicadores en todas las variables desde el 2007. El banquero destacó la capacidad de generación de nuevas oportunidades de negocio surgidas de la transformación tecnológica, de la mano de fenómenos como la digitalización; y también social, con el incremento de la esperanza de vida. Se refirió asimismo a los cambios que se están produciendo en el campo del empleo, a la conveniencia de fomentar el emprendimiento y a la puesta en valor del papel del empresario.
Finalmente, el presidente de Abanca repasó los principales elementos que conforman la carta de presentación de la entidad para los clientes empresariales.
El Círculo de Empresarios de Galicia en Vigo fue el escenario de la cita, que contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Abel Caballero; el conselleiro de Industria, Francisco Conde, y el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, entre otros.
La solución del Popular, buena pero «dolorosa» en Galicia
«Ha sido una buena solución que, al final, ha propiciado un ambiente de absoluta normalidad y estabilidad en el mercado». Es lo que piensa Juan Carlos Escotet sobre la operación de compra del Banco Popular por parte del Santander. Subraya, eso sí, que cuando habla de la bondad de la solución, se refiere exclusivamente al hecho de que no ha tenido ningún coste para el contribuyente, «aunque, por supuesto, lo deseable hubiese sido que ese proceso no ocurriera», dijo.
Escotet, que realizó dicha declaración en el transcurso de la rueda de prensa de presentación de los resultados del primer trimestre de Abanca, añadió que prefería no hacer más comentarios sobre el particular, porque dijo ser consciente de que «en Galicia es muy doloroso por todas las implicaciones que tiene para el accionista minoritario. Es la parte más traumática de todo el proceso», afirmó.
Sí reconoció que, en el período en el que se estaba definiendo la etapa final del Banco Popular, Abanca captó depósitos de «una manera superior al ambiente de la competencia» en una cuantía que no cifró. «Nuestro banco fue percibido por parte de la clientela como banco refugio», señaló.
Cláusulas suelo
Por otra parte, Escotet se mostró convencido de que antes de que acabe el año habrán rematado el proceso de devolución de cláusulas suelo. Hasta el fecha, dijo, se han atendido todas las solicitudes, que reciben un «tratamiento particular», por entender que cada caso es distinto. En este sentido, puso el foco en el hecho que serán capaces de llegar a acuerdos en la mayoría de los casos, como demuestra el hecho de que hay «cero ruido». Anticipó que, en el caso de producirse alguna demanda, será «en cuantías marginales».
Finalmente, preguntado por posibles desinversiones, especialmente por el caso de Itínere, manifestó: «Aunque nuestra vocación es ser un banco lo más cercano a la intermediación crediticia, no tenemos ninguna prisa en desinvertir».