La Voz de Galicia

El Sergas descarta rescatar para sus hospitales a los pacientes de Povisa

Economía

Á. Paniagua /  Vigo / la voz M. Sío Dopeso Vigo / la voz

Al centro privado no le llegan los 5 millones que se negocian por el servicio de farmacia

03 Oct 2018. Actualizado a las 05:00 h.

El Servizo Galego de Saúde ni siquiera se plantea la posibilidad de absorber el área de población que atiende Povisa. El Sergas quiere que el mayor centro sanitario privado de Galicia siga siendo el hospital de referencia para 137.000 personas del área de Vigo, o una cifra similar (el concierto prevé hasta 139.000). «No estamos trabajando en el escenario de rescatar la concesión», afirma el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa.

No es un asunto menor, porque el consejero delegado del hospital, José Bernardo Silveira, le planteó dos escenarios en una carta que dirigió al conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, el viernes pasado, justo después de anunciar en el juzgado el preconcurso de acreedores: o más financiación o romper la concesión. Y esto último es devolver al Sergas su ingente volumen de pacientes.

La sanidad pública tendría un problema, tanto de espacio como de personal. Y sería difícil que lograra resolverlo a corto plazo. Pero en el Sergas no se han tomado ese planteamiento como algo real, sino que creen que Povisa tiene voluntad sincera de resolver su problema financiero, pero quedándose como está.

El año pasado el hospital tuvo un volumen de negocio que ronda los 103 millones de euros, según fuentes del sector. El 77 % (79 millones) vino del Sergas. «No sé si sería una solución para Povisa perder la concesión, no sé si sería viable mantener su estructura», duda Campa. La estructura es la de un hospital general, con muchas especialidades avanzadas que logra desarrollar gracias al trabajo para la sanidad pública, y que después rentabiliza con el trabajo privado. Campa se ratifica en el modelo actual: «Entendemos que el concierto debe seguir siendo el marco». En Povisa lo dudan.

Las mayores tensiones están en la farmacia. De los 540 euros (la llamada cápita) que el Sergas le paga a Povisa cada año por cada paciente que tiene asignado, 70 son para pagar la medicación. Fuentes sanitarias explican que el precio de los fármacos ha crecido desde que hace cuatro años se firmó el concierto, de modo que esos 70 euros deberían haber crecido. El problema está en que los otros 470 se actualizan según el índice de precios hospitalarios, un indicador que, en realidad, ha bajado. Pero la cápita total solo se actualiza si la suma de los dos conceptos sube. Y en realidad, baja. Se da la paradoja de que el Sergas podría rebajar la cápita aunque Povisa esté afrontando unos gastos de farmacia disparados.

Por eso la Xunta ha ofrecido al hospital intervenir su farmacia, detraer del concierto la parte correspondiente y pagar la medicación ambulatoria que reciben los pacientes externos. La cantidad ronda los cinco millones, según fuentes que conocen las negociaciones, que afirman que a Povisa le parecen insuficientes.

Dudas sobre el posible concurso

El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, ha dado por válida la presentación del preconcurso de acreedores. El calendario empezó a correr el viernes y finalizará el 28 de diciembre para que haya un acuerdo que evite el concurso de acreedores; si no lo hay, en el mes siguiente se tiene que presentar este. Pero fuentes jurídicas expresan sus dudas sobre el proceso. Porque Povisa está centrando toda su situación financiera en su relación con el Sergas, y resulta que el Sergas no es un acreedor, sino un cliente. Un acreedor puede ser un banco, la Seguridad Social o un laboratorio farmacéutico, pero no el Sergas.

En todo caso, hasta que haya una presentación formal de concurso, el juez no analizará esta cuestión. Las mismas fuentes interpretan que con el preconcurso el hospital puede evitar que sea un acreedor el que pida el concurso.


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