Aurelio Antuña: «Galicia depende en exceso de la leche líquida para envasar marca blanca»
Economía
Este directivo defiende que el acuerdo lácteo del 2015 sirvió para dar mayor estabilidad de precios al sector
04 Dec 2018. Actualizado a las 18:20 h.
La presencia de la francesa Lactalis en Galicia se remonta a comienzos de los setenta con la compra de una pequeña quesería. En 1990 se creó la fábrica de Vilalba, y en el 2010 se hicieron con la planta que tenía Puleva en Nadela. El asturiano Aurelio Antuña es quien dirige la empresa en España.
-Ustedes son la compañía que más leche recoge en Galicia...
-Sí, somos el primer comprador. La mitad de lo que adquirimos en España al año, aproximadamente unos 1.000 millones de litros, es en Galicia. Y lo compramos a unos 1.500 productores. Recogemos el 20 % de la leche gallega, y en los últimos tres años hemos sumado 240 ganaderos nuevos.
-¿Para qué cree que sirvió el acuerdo lácteo firmado en septiembre del 2015?
-Para dar una mayor estabilidad: el mercado europeo se ha significado por un gran variabilidad en los precios, pero aquí hubo menos. Y ello a pesar de estar en un sector en el que hay pocas certezas y escasa visibilidad.
-La leche en el campo debe pagarse a un valor que haga sostenible una granja y eso muchas veces no ocurre...
-Eso depende de la oferta y la demanda, de la evolución del consumo. Es cierto que desde la firma del acuerdo los precios no han subido tanto como en Europa, pero han permanecido estables, sin grandes bajadas, como las del centro de Europa en el 2016. A nosotros nos gustaría que el valor en origen fuera más alto, pero no depende de nosotros.
«Nos gustaría que el valor [de la leche] en origen fuera más alto, pero no depende de nosotros»
-¿Por qué la materia prima se paga en origen más barata en la comunidad gallega que en el resto?
-Galicia depende en exceso de la leche líquida, y de la leche líquida vendida para envasar marca blanca. Esta es, para mí, la principal explicación. No responde a motivos geográficos ni a los costes del transporte. Este es uno de los problemas que tiene la cadena de valor de la leche en Galicia.
-¿Ustedes no hacen marca blanca?
-Una parte muy pequeña: nuestra vocación es hacer marcas propias, productos con valor.
-Los ganaderos dicen que el acuerdo lácteo no ha servido para mucho y que la leche se sigue utilizando como reclamo en el lineal de venta...
-Los precios siguen siendo bajos, y deberían ser más altos. Pero antes de septiembre del 2015 era fácil ver el brik de marca blanca a 0,45 euros; hoy no suele estar por debajo de los 57 o 58 céntimos. Por tanto, algo se ha avanzado. Yo creo que habría que poner el foco en otras cosas.
-¿Como por ejemplo?
-Se habla de la leche líquida que entra de fuera como un factor que abarata los precios. Pero en realidad entra muy poca. Lo que sí llega, y mucho, es queso, un queso de escaso valor añadido, a precios de derribo, y que exportan grandes cooperativas del centro y del norte de Europa. Aquí sí que existe un problema.
-En relación con la cadena de valor, en España sigue habiendo un problema de transparencia. Se sabe cómo retribuye la industria al ganadero, pero no cómo paga la distribución a las industrias...
-Los valores sobre cómo se paga la materia prima en el campo, la información que se da, son precios medios, no datos de un contrato particular entre un productor y una empresa. Nosotros con nuestros ganaderos tenemos contratos cuya duración es de un año en más del 90 % de los casos. Cuando es menor, es porque el productor no quiere. En todos ellos, la evolución del precio está referenciada a un conjunto de variables que, entre otras cosas, toma como punto de partida el precio promedio que publica el FEGA en Galicia. Es decir, nosotros pagamos en el entorno del 100 % de lo que retribuye el mercado en esta comunidad.
-En esta autonomía hay una figura que son los primeros compradores, los intermediarios entre el productor y la industria. ¿Qué opina de ellos?
-Nosotros no trabajamos con ellos. Recogemos directamente la leche. La verdad es que no entiendo muy bien cuál es su función en el mercado, más allá de algún momento en el que puedan liberar excedentes.
«Siempre hemos cumplido de forma escrupulosa con la legalidad»
En septiembre del 2015, en pleno conflicto del sector lácteo, algunas empresas de distribución decidieron subir dos céntimos el precio en el lineal de venta para que las industrias lo repercutieran sobre los ganaderos. Lactalis fue una de las que se opuso y por este motivo tiene abierto un conflicto judicial con Unións Agrarias.
-¿En qué fase está este caso?
-Poco podemos decir, se encuentra en fase de resolución, sub iudice. Nosotros siempre dijimos que íbamos a respetar el acuerdo lácteo del 2015, y así lo manifestamos desde el principio. También dejamos muy claro que este punto, el de los dos céntimos, contravenía los principios de la libre competencia y nos ponía en una situación de dificultad ante la CNMC. Por eso dijimos que no podíamos hacer eso. Así lo creímos y así lo creemos. Nosotros hemos cumplido escrupulosamente con la legalidad, y no hemos hecho ninguna apropiación indebida de nada. Nosotros dedicamos la parte de nuestros ingresos al compromiso que teníamos con los ganaderos.
-¿Qué retos tiene Lactalis en Galicia?
-Es un mercado estratégico para nosotros y por el que apostamos. Tenemos dos fábricas, 350 empleados directos y un equipo comercial, inspectores. En los últimos cinco años hemos invertido 40 millones en la mejora de las instalaciones industriales en Galicia, en ganar capacidad. Desde el punto de vista comercial, la estrategia no se diferencia de la del resto de España: queremos seguir trabajando en productos que respondan a las necesidades y a las exigencias de los consumidores, y que nos permitan estar en una mejor situación respecto a la competencia de productos de marca blanca.