La Voz de Galicia

Pepe Álvarez: «El gran reto del nuevo Gobierno debe ser el reparto de la riqueza»

Economía

beatriz antón ferrol / la voz secretario general de ugt

El secretario general de UGT cree que «hay que recaudar más para dar más y mejores servicios a los ciudadanos», defiende el líder sindical

08 Jul 2019. Actualizado a las 12:51 h.

La agenda de Pepe Álvarez (Belmonte de Miranda, Asturias, 1956) está llena de compromisos, pero hace unos días, antes de tomar un vuelo con destino a Bruselas para participar en una reunión de la Federación Europea de Sindicatos, el secretario general de UGT quiso estar en Ferrol. Allí clausuró una exposición que repasa los 130 años de vida del sindicato, reivindicó la figura de su fundador -el ferrolano Pablo Iglesias- y, ya de paso, habló sobre la situación actual de España, un país con «graves problemas» que requiere «soluciones inmediatas».

-¿Cuáles serán las principales reivindicaciones que le planteará UGT al nuevo Gobierno central?

-Son principalmente dos: la derogación de la reforma laboral y la de la reforma de las pensiones. Y a partir de ahí, abrir una mesa de negociación para un nuevo estatuto de los trabajadores y para un acuerdo de pensiones que haga que el sistema recaude más, porque ahora mismo lo que tenemos es un problema de ingresos, no de gastos. Gastamos muy poco en pensiones por mucho que algunos se empeñen en decir lo contrario. De hecho, no llega al 10 % del producto interior brutos, cuando en países como Alemania, Francia o Italia están por encima de ese porcentaje.

-¿Considera que esos son los principales retos que debe afrontar entonces nuevo Ejecutivo?

-El gran reto del nuevo Gobierno debe de ser el reparto de la riqueza. La gente tiene que ser plenamente consciente de que España es un país que crece desde hace cuatro años, que lo hace casi el doble que la media de los países europeos y que sin embargo, no reparte la riqueza.

«En España gastamos poco en pensiones, por mucho que algunos digan lo contrario» Por eso ahora de lo que se trata es de repartir la riqueza de forma que unos pocos no se lo lleven todo y unos muchos no tengan ni para poder alquilar un piso. Y es en este camino, precisamente, en el que nos gustaría que PSOE y Unidas Podemos pudiesen avanzar en un acuerdo programático de Gobierno, con el respaldo más o menos activo de los grupos de izquierda que conforman el Parlamento español.

-¿Con qué medidas se podría repartir mejor esa riqueza?

-Un país tiene dos maneras de repartir la riqueza: a través de los convenios colectivos y mediante el salario mínimo interprofesional. Por un lado, hay que derogar las reformas para tener instrumentos para poder negociar los convenios colectivos en mejores condiciones. Y, por otra parte, el salario mínimo tiene que tener un proceso de ascenso que nos permita situarnos al mismo nivel que otros países del entorno en el año 2025, y me refiero a los niveles que tienen esos países hoy en día, no al que tendrán en el 2025. Porque hay que recordar que el salario mínimo interprofesional de Francia es de 1.500 euros, y el de los Países Bajos, de más de 2.000, mientras que aquí algunos se asustan por un salario de 900 euros al mes.

-Hablaba antes de la necesidad de aumentar la presión fiscal para, por ejemplo, disfrutar de mejores pensiones. Pero se trata de una medida poco popular...

-España es un país que paga pocos impuestos. Yo sé que esto no está de moda, pero los sindicatos no están para decirle a la gente lo que quiere oír, sino que estamos para decir la verdad. Y la verdad es que recaudamos nueve puntos porcentuales menos de impuestos que la media de los países de la zona euro. Eso quiere decir que hay que recaudar más para poder dar más y mejores servicios a los ciudadanos. El que tiene más, que pague más.

-En Ferrol, usted ha propuesto la creación de un fondo estatal para los trabajadores del naval, para salvar así la falta de carga de trabajo que se prevé hasta la construcción de las fragatas F-110 en 2022. ¿Ven entonces poco viable un nuevo encargo de Defensa para salvar ese período de subactividad?

-Parece muy razonable que si el Ejército tiene que comprar un buque AOR, no espere y se lo encargue ya a Navantia, porque técnicamente ya está en condiciones de poder empezar a fabricarse. Esa sería la solución perfecta, pero me temo que vamos a empezar a ir de una esquina a otra y no va a ser tan sencillo. Por eso nosotros vamos a trabajar en una segunda idea, que consiste en la creación de un fondo estatal que pague el desempleo y, al mismo tiempo, permita un proceso de reciclaje formativo de los trabajadores.

«Si no impulsamos la industria será difícil que los gallegos se queden en su tierra» No es un invento nuevo. Es algo que ya funciona en Alemania, donde este fondo llegó a tener dos millones de trabajadores gobernando Merkel. Se trata de que, cuando en un sector hay un parón temporal de actividad, los trabajadores no se tengan que enfrentar al drama del desempleo y puedan seguir formándose.

-¿Cómo se podría regular ese fondo? ¿Existe algún precedente en España?

-En España no se ha puesto nunca en marcha una medida igual. Yo creo que regular este tipo de fondos llevaría mucho tiempo, pero los trabajadores del naval de Ferrol lo necesitan ya. Por eso nuestra propuesta es que se ponga en marcha de forma experimental en la comarca ferrolana, sobre todo teniendo en cuenta la situación de los trabajadores de las auxiliares, y más tarde, una vez vistos los resultados, se pueda implantar con carácter general.

-¿Cómo ve la situación de Galicia dentro del contexto laboral del país?

- Yo creo que España en general y Galicia en particular tienen que apuntalar su industria. Galicia ha tenido un desarrollo muy importante en el sector turístico y en los servicios en general, pero tendríamos que empezar a trabajar en proyectos industriales de peso que nos permitan recuperar la actividad en algunas zonas, como por ejemplo Ferrol, que no puede depender solo del naval y necesita diversificar su actividad.

La agricultura, la pesca y el turismo son muy importantes en Galicia, pero, si no impulsamos el sector industrial, será difícil que los gallegos y las gallegas puedan quedarse y vivir en su tierra en condiciones dignas.

«Si no impulsamos la industria, será difícil que los gallegos se queden en su tierra»


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