2022: fin de la central de carbón de As Pontes
Economía
Endesa da solo tres años más de vida a la térmica gallega en su plan estratégico actualizado y concentra sus inversiones en la instalación de nueva potencia renovable en todo el país
27 Nov 2019. Actualizado a las 20:34 h.
Endesa acaba de hacer pública una actualización del plan estratégico 2020-2022, en el que las centrales de carbón desaparecen de su parque de generación a partir del 2022. Esa es la fecha tope de vida de la térmica de As Pontes, así como la de Litoral (Almería).
Desde principios de este año, estas plantas no consiguen vender su electricidad en el mercado por lo cara que resulta producirla, como consecuencia del encarecimiento de los derechos de emisión de dióxido de carbono. Así que están casi paradas. La eléctrica ya anunció en septiembre pasado que iba a acelerar el cierre de las térmicas de As Pontes y Litoral, aunque no le había puesto una fecha. De momento no está previsto presentar la solicitud de cierre, explicaron fuentes oficiales de la compañía.
La crisis del carbón cogió a Endesa con el pie cambiado. Sus planes pasaban por mantener abiertas y en producción las dos centrales durante varios años más. Para ello empezó a invertir casi 400 millones de euros en la modernización de ambas plantas (217 millones en la gallega) para reducir las emisiones contaminantes, que a partir del próximo verano estrenarán nuevos límites más bajos incluidos en una directiva europea. Pero en septiembre pasado, tras meses con las centrales casi paradas, anunció que paralizaba las inversiones y que aceleraría su cierre. La compañía ha realizado unas pruebas para mezclar el carbón con otros combustibles y abaratar así el coste de producción, pero el experimento ha fracasado.
El cierre de la térmica provocará la destrucción de varios centenares de puestos. En la central trabajan 160 operarios —a los que la compañía probablemente ofrecerá salidas poco traumáticas, como traslados o prejubilaciones—, pero de forma indirecta da empleo a casi 400 más. Entre ellos, más de un centenar de camioneros que transportaban a As Pontes el carbón de importación que se descargaba en el puerto de Ferrol.
Los afectados protagonizan protestas y encierros desde que en septiembre empezaron a verle las orejas al lobo. Las fuerzas sociales, políticas y sindicales de As Pontes también están movilizadas para exigir soluciones ante el ocaso del carbón.
En su plan estratégico actualizado, Endesa avanza esa renuncia anticipada al carbón, y una apuesta total por las renovables, al igual que están haciendo el resto de las eléctricas, de modo que incrementará en un 40 % la potencia instalada de ese tipo de tecnologías en el 2022. La inversión durante el próximo trienio alcanzará los 6.300 millones, un 14,5 % más con respecto a la estimación anterior, de 5.500.
La otra central térmica gallega, la de Naturgy en Meirama (Cerceda), con 77 empleos directos, dejará de funcionar el verano próximo. Su propietaria ya tomó hace unos años la decisión de no invertir dinero en su modernización para reducir emisiones y prolongar su vida útil. En este mismo caso se encuentran la mayor parte de las térmicas de carbón nacionales.
En principio, solo Viesgo y EDP mantienen sus planes para conservar activas tres centrales en Asturias y Cádiz, aunque si las condiciones de mercado persisten —todo indica que así será— podrían precipitar el cierre de estas plantas.
Mientras el carbón está de capa caída, los ciclos combinados (gas natural) están produciendo más que en ningún otro año. Endesa tiene uno en As Pontes, con casi 40 empleados, y Naturgy otro, en Arteixo, con 24.