De grandes empresas a sonadas quiebras
Economía
Deudas imposibles de digerir y fallos de gestión dejan tras de sí un reguero de juguetes rotos
07 Mar 2021. Actualizado a las 16:56 h.
Blockbuster, Nokia y Kodak; las españolas Abengoa, Pullmantur, Majorica o la gallega Pórtico son solo algunas de las grandes compañías o más conocidas que han terminado en la bancarrota.
Deudas imposibles de asumir, gestiones deficitarias y la falta de adaptación a las necesidades de un mercado cada vez más tecnológico son algunas de las razones que se encuentran detrás de estas quiebras muchas veces increíbles, por las dimensiones que llegaron a alcanzar en el mercado y por suponer la muerte de enseñas emblemáticas.
No es algo que ocurra de la noche a la mañana. Aunque el impacto de crisis coyunturales como la económica del 2008 o la actual de la pandemia del covid- 19 hayan acelerado los procesos de bancarrota, antes de eso, hay señales de alerta de por dónde vienen los tiros. «El empeoramiento de la generación del flujo libre de caja o los ratios de liquidez, caídas significativas en la cuota de mercado, cambios bruscos en el entorno de clientes y de proveedores o la aparición de competidores agresivos y poderosos puede comprometer la vida de una compañía», afirma el profesor de Dirección Estratégica, José Ignacio Llorente.
Estas son algunas de las empresas que en su momento fueron grandes referentes en el mercado, y han dejado de existir o ya no tienen el mismo valor que en su día las hizo grandes.
Imaginarium
Es una de las grandes quiebras más recientes. La empresa de juguetes, creada en 1994, ha sido un icono para varias generaciones y llegó a hacerse muy popular por su doble entrada a las tiendas (con una puerta de tamaño adulto y otra para niños). Pero lo que era una historia soñada, se tornó en una pesadilla en el último lustro por falta de liquidez y problemas financieros. Tanto, que la compañía acaba de anunciar que reducirá a la mínima expresión su estructura: desde este mes de marzo se quedará solo con dos tiendas propias abiertas en España -una en Málaga y otra en Zaragoza- de las 43 que tenía y despedirá a 111 trabajadores. Solo le quedará el comercio electrónico para evitar el cierre definitivo.
Pullmantur
Es todo un emblema del naufragio del sector turístico víctima de la pandemia. Pullmantur Cruceros se encuentra ya en concurso de acreedores por causas de índole económica, productiva y organizativa porque no resistió la inactividad obligada por el covid-19. A finales del año pasado, Pullmantur se quedó sin buques, después de que los tres con los que navegaba fueran llevados al desguace por Royal Caribbean, la compañía a la que pertenecían. A diferencia de otras grandes navieras con más solidez financiera, Pullmantur está en una situación difícil porque es una línea pequeña y durante muchos años no ha sido capaz de ser lo bastante rentable para generar la liquidez que permite aguantar un largo período de inactividad.
Majorica
A finales del año pasado, el sueño de Eduard Heusch llegaba a su fin. Majorica, la empresa más famosa del mundo en la confección de perlas cultivadas presentó concurso de acreedores. La idea de este alemán, que en el 1895 convirtió en negocio la primera patente del mundo para la fabricación de perlas artificiales, vio la luz primero en París, cuando fundó la Société de Perles des Indes, paso previo a su decisión de trasladarse a España, donde las condiciones para el desarrollo de su iniciativa eran inmejorables. Tras abrir sucursal en Barcelona y fundar Majorica decidió abrir dos fábricas en Mallorca, una en Palma y la segunda en Manacor. Un siglo después, el desplome del turismo por el covid-19 acabó por asestar el golpe definitivo a un negocio que ya venía dando señales de deterioro.
blockbuster
En el año 2004, la franquicia estadounidense Blockbuster, reinaba en el negocio mundial de los alquileres de cintas de vídeos y videojuegos. Su hegemonía empresarial contaba con un conglomerado de 9.000 tiendas físicas y una plantilla de cerca de 60.000 empleados. Su modelo de negocio no tenía rival: mientras un videoclub de barrio contaba con un stock de 500 películas, Blockbuster alquilaba 5.000, a precios mucho más bajos, gracias a sus acuerdos con las productoras. Sin embargo esta compañía no contó con un rival frente al que no pudo competir: La revolución tecnológica. «La evolución tecnológica aceleró su declive. Cuando aparece un producto o servicio sustitutivo que presenta mejores atributos y además ofrece menor precio, la amenaza para el sector tradicional es muy grande», afirma José Ignacio Llorente.
kodak
El 19 de enero del 2012 sucedió algo que nadie en el siglo XX hubiera imaginado que podría ocurrir. Kodak pidió ante un tribunal de Nueva York una declaración voluntaria de quiebra para reorganizar su negocio, ante la imposibilidad de seguir adelante con un modelo de negocio que no había sabido adaptarse a los nuevos tiempos. La compañía, que revolucionó el mundo de la fotografía cuando en el 1888 presentó una cámara que supuso su democratización, se replegó para sobrevivir. En el 1975, Kodak había inventado la primera cámara digital de la historia. Pero sus directivos no quisieron arriesgarse a torpedear su negocio de cámaras tradicionales y dejaron escapar un tren que luego atropelló a la compañía. Nueve años después de su quiebra subsiste más pequeña, más digital y con una división farmacéutica.
pórtico
Nació como negocio provisional durante la campaña navideña de 1994 y en poco tiempo llegó a tener una extensa red de 37 tiendas en toda España y hasta 28 en el extranjero, la mayoría de ellas en Sudamérica. Mientras estuvo en la cumbre empleó a 700 personas y facturó más de 70 millones de euros. La conocida firma de muebles y decoración con sede en Vigo cerró definitivamente en el año 2015 su última tienda, víctima de la crisis económica e inmobiliaria, y tras haber superado un concurso voluntario de acreedores. Su filial de bisutería, DayaDay, sobrevivió a la caída de pórtico tras ser adquirida por Tous. Aguantó hasta enero del 2020, cuando la familia joyera anunció el cierre definitivo de la firma.