La Voz de Galicia

Antonio Catalán: «Habría que cerrar los pisos turísticos a cal y canto hasta que esto acabe»

Economía

amparo estrada madrid / colpisa presidente de ac hotels by Marriot

El empresario y presidente de AC Hotels demanda 40.000 millones del ICO solo para el turismo

05 Apr 2021. Actualizado a las 05:00 h.

Antonio Catalán (Corella, Navarra, 1948) es uno de los empresarios hoteleros españoles de mayor éxito. Levantó su primer hotel en Pamplona con 29 años. Después vinieron muchos más, hasta formar la cadena NH, que terminó vendiendo en 1997 para dar origen a su propia marca, AC Hotels. Modernizó el negocio hotelero y es un referente en el sector. Siempre ha hablado claro: defendió la subida del salario mínimo, la derogación de la reforma laboral del PP y cree que hay que subir el precio de los hoteles en España.

-¿Cómo ve la situación económica y del turismo?

-Es bastante dramática. Dependemos en exclusiva de las vacunas. Llevamos un año perdido, y salvo que haya un milagro y estemos vacunados antes del verano, lo que con estas cifras es imposible, vamos a tener una segunda repetición. El Gobierno tiene que mantener los ERTE hasta el final, de lo contrario, no es que se vaya a ir a un ERE, es que las empresas acabarán en concurso.

-¿Da por perdidos la Semana Santa y el verano?

-La Semana Santa la doy absolutamente por perdida y el verano, con los números en la mano, también. No quiero ser pesimista, pero tenemos un problema de abastecimiento de vacunas. Europa ha negociado mal el suministro.

-¿Ve incoherente que los extranjeros puedan venir a España pero los españoles no puedan moverse entre comunidades?

-Cuando nos encerraron a todos bajó de verdad la incidencia del coronavirus. Lo que funciona es la contención y vacunarse a tope. Tenemos que estar lo más herméticamente cerrados posible y que suba el nivel de vacunación. Yo he pasado el covid y he estado en la uci. Me gustaría ver a estos chavalitos que están de cachondeo por ahí qué les parece una temporadita en la uci. Y que lleguen aquí franceses me parece una broma. Con la trompa del día anterior no están para ver museos. Los franceses lo dicen claramente: «Venimos aquí porque en nuestro país está todo cerrado». Estos no son los clientes habituales de los hoteles, están en los pisos turísticos. Habría que cerrar los pisos turísticos a cal y canto hasta que acabe la pandemia. Nadie los controla.

-¿Qué medidas debería tomar el Gobierno para ayudar al sector turístico y hotelero?

-Haría falta un gran ICO de 30.000 o 40.000 millones específico para el sector, a 10 años con tres de carencia y con un tipo de interés mínimo. Es lo que está haciendo Alemania. Si el Gobierno no lo hace así, va a haber una carnicería. El sector hotelero va a llevar dos años cerrado y necesita tiempo para recuperarse. España no tiene competencia en sol y playa, además tenemos seguridad jurídica, sanitaria y grandes hoteles. El turístico es el sector estrella, se puede mejorar y subir el precio. Mis socios americanos dicen que España gestiona como el mejor del mundo y vende como el peor del mundo. Estamos en manos de los turoperadores, que fijan los precios, haría falta un gran turoperador español. No sé por qué tenemos que tirar los precios. Con la devaluación de la libra hace cuatro años a los ingleses les subimos un 24 % el precio y llegaron 18 millones de turistas. Cuando me dicen que nuestra competencia es Grecia o Turquía es que no han viajado allí.

-No nos creemos nuestro producto.

-No somos conscientes de que lo que tenemos no tiene competencia. Grecia no está preparada para un turismo de masas, en Turquía el tema de seguridad deja mucho que desear [...] Debemos poner en valor lo que tenemos. Subir el nivel del hotel y tirar para arriba el precio porque a un inglés le resulta más barato venir que quedarse en Londres.

-Los fondos europeos pueden ayudar al cambio.

-Deberían. Al final nos vamos a convertir todos en verdes, pero muertos. Estoy absolutamente de acuerdo en combatir el cambio climático, pero primero hay que intentar potenciar de forma clara y decidida lo que tenemos porque es lo más urgente.

-¿Considera que el Gobierno se ha olvidado del sector turístico?

-Yo creo que sí porque como todo el mundo está en lo digital y en lo verde se van a llevar mucho dinero las eléctricas, pero si no sacamos adelante al sector turístico, el número de parados va a llegar al infinito.

 

«El rescate de Plus Ultra me parece una broma»

Antonio Catalán se muestra indignado por la desobediencia de los españoles a la hora de respetar las restricciones. Una indisciplina que puede salir muy cara.

-¿Qué perspectivas tiene para el sector?

-El año 2021 lo doy por perdido, el 2022 debería ser el de la recuperación y en el 2023 deberíamos volver a la situación del 2019. La gente tiene ganas de moverse.

-¿Qué le parece el rescate de Plus Ultra por la SEPI?

-El rescate de Plus Ultra me parece una broma. Yo soy del sector y no sabía ni que existía. Sin embargo, a Air Europa, que tiene 80 o 90 aviones, y era lo que nos estaba ayudando al turismo a conectar por todos lados, le tenían que haber inyectado dinero de verdad [han sido 450 millones], porque a Lufthansa le han metido 11.000 millones y a KLM 9.000 millones. Somos un país eminentemente turístico, necesitamos movilidad, tenemos islas y necesitamos los aviones.

-¿Habrá fusiones en el sector?

-En este momento no me huele a fusiones. El sector está con grandes problemas y no hay nadie que tenga músculo para coger a otro. Veo muchos hoteles en venta, pero no cadenas con planes de fusión. Todo el mundo está a ver cómo sale adelante.

-¿Estamos aprendiendo algo de la pandemia?

-España es un país indisciplinado. Aquí la gente está con salvoconductos, saltándose la Semana Santa. Necesita más disciplina. Nos falta responsabilidad colectiva, aunque se empeñen en decir que los incumplimientos son minoritarios. Las fiestas están a tope, es un cachondeo.

-La situación política, ¿lo complica más?

-La situación política está entretenida. Hemos pasado del «todo por la patria» a «todo por el voto». Los políticos intentan hacerlo lo mejor posible, pero la reflexión no puede ser que están peor en Francia, tenemos que fijarnos en los países que van bien. ¿Por qué no estamos como Corea, China, Japón o los Emiratos? Y con el espectáculo que dan los políticos insultándose están perdiendo el respeto de la sociedad.


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