El BCE cerrará el grifo del dinero barato a los países a partir del mes de julio
Economía
El organismo subirá los tipos de interés «semanas o meses» después
14 Apr 2022. Actualizado a las 17:06 h.
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener sus planes para una retirada gradual de los estímulos en lugar de adelantar la subida de tipos de interés que tanto tiempo llevan reclamando los bancos. El objetivo, señalan en un comunicado, es evitar dañar a las economías del euro en un momento tan delicado, con la guerra de Ucrania, los altos precios y una recuperación incompleta lastrando las expectativas de crecimiento.
A pesar de que la inflación cabalga a un ritmo del 7,5 % en la eurozona (al 9,8 % en España), el organismo considera que no es el momento de precipitarse y subir los tipos de interés, lo que encarecería los préstamos activos variables y los nuevos. Esa medida propició en la anterior crisis financiera el estrangulamiento del crédito y una recesión comparable a la de los años 30 del siglo pasado.
Encarecimiento del crédito
Con ese recuerdo en la memoria, el BCE ha preferido esperar hasta bien entrado el verano para empezar a subir los tipos. Y no será de forma inmediata. Fráncfort quiere terminar antes con el programa de compras de deuda soberana (APP) y esperar un tiempo prudencial antes de aventurarse en ese terreno. De esta forma las compras netas mensuales se limitarán a los 40.000 millones de euros este mes de abril. En mayo la cuantía se reducirá a los 30.000 millones de euros y en junio a solo 20.000 millones.
¿Qué pasará después? El BCE valorará si la situación exige subir los tipos ya en el arranque del verano o si lo pospone al final de la temporada estival: «Cualquier ajuste de los tipos de interés oficiales del BCE tendrá lugar transcurrido algún tiempo desde el final de las compras netas del Consejo de Gobierno en el marco del APP y será gradual», señalan. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, aseguró en rueda prensa que el fin de las compras se producirá a partir de julio y la subida de tipos podría darse entonces en un marco temporal que podría ir «de semanas a meses».
Por el momento, el tipo de interés para las principales operaciones de financiación permanecerá en el 0 %. Los tipos para las facilidades de crédito en el 0,25 % y los tipos de interés sobre los depósitos se quedan en el -0,50 %.
El BCE se resiste a pisar el acelerador, aunque admite que la inflación empieza a ser un problema grave para la estabilidad de la zona euro: «La inflación ha aumentado significativamente y continuará siendo elevada durante los próximos meses, debido principalmente al notable encarecimiento de los costes de la energía. Las presiones inflacionistas se han intensificado en muchos sectores», reconocen.
Esa subida de precios que no da tregua está lastrando la competitividad de las empresas y forzando un recorte de la actividad de muchas que no pueden hacer frente a los costes. Pero no es el único problema que está deteriorando las expectativas de recuperación del tejido productivo europeo. Desde las compañías alemanas a las españolas, todas están haciendo frente a los mismos retos. El diagnóstico del BCE es claro: «La agresión rusa a Ucrania está causando un enorme sufrimiento. También está afectando a la economía en Europa y en otros lugares. El conflicto, y la incertidumbre asociada, están deteriorando gravemente la confianza de las empresas y de los consumidores. Las disrupciones en el comercio están ocasionando nuevas escaseces de materiales y de insumos. La acusada subida de los precios de la energía y de las materias primas está reduciendo la demanda y frenando la producción».
Euríbor
A pesar de la señal de cautela del BCE, que contrasta con la reciente subida de la Reserva Federal estadounidense (que tiene previstas otras seis subidas este mismo año), el euríbor ya entró el pasado martes en terreno positivo. Los bancos dan por descontado que este año se cerrará por encima del 0 %, aumentando su rentabilidad y encareciendo las nuevas hipotecas.
El índice subió un 28 % solo en el mes de marzo, obligando a los hogares a abonar 15 euros más al mes para hacer frente a sus cuotas hipotecarias.
Además, las entidades bancarias, que ya se han anticipado a la subida de tipos de interés, están encareciendo los tipos de sus hipotecas fijas, que hasta ahora habían sido el principal reclamo de los consumidores a la hora de comprar una vivienda (el 70,4 % de los nuevos préstamos firmados son hipotecas a plazo fijo).
¿Por qué el BCE va a rebufo de la Reserva Federal? Lagarde fue clara al respecto: «Lo que pasa en las economías de la zona euro es distinto de lo que está pasando en Estados Unidos. No son economías comparables. Europa está más expuesta y sufrirá más las consecuencias por la guerra de Rusia. No podemos comparar manzanas con naranjas», puntualizó.
Salarios
Una de las fuentes de preocupación que todavía no se han materializado, pero empieza a inquietar al BCE, es que el escenario de renegociación de convenios conduzca a subidas salariales pronunciadas en algunos países. Subidas que podrían lastrar la capacidad de las empresas y provocar efectos de segunda vuelta en la economía, esto es, retroalimentar la ya elevada inflación que están experimentando todos los países europeos. «Sabemos que una inflación más persistente y alta aumenta la probabilidad de que se renegocien los acuerdos existentes. En algunos países, los sindicatos y trabajadores están llegando a acuerdos para no dañar la economía. En otros hay una mayor demanda de renegociar por eso estaremos muy vigilantes a los efectos de segunda vuelta como resultado de ello», deslizó Lagarde.