Twitter reconsidera la oferta de Elon Musk y ya negocia su venta
Economía
El consejo de administración de la red social se reunió hasta la madrugada del lunes para discutir con el magnate los términos de la opa
25 Apr 2022. Actualizado a las 18:19 h.
Giro de guion en el culebrón que desde hace unas semanas protagonizan Twitter y Elon Musk. Si hace tan solo unos días, el consejo de administración de la red social del pajarito se negaba en redondo a vender la empresa al magnate, en las últimas horas la situación ha dado un vuelco total y ahora parece que el acuerdo está cerca.
El hombre más rico del mundo anunciaba el 17 de abril su firme intención de comprar la empresa y, para ello, ponía sobre la mesa una oferta de 43.400 millones de dólares: «La mejor y última que puedo hacer», aseguraba a la cúpula de la compañía.
La propuesta no resultó del agrado de los directivos de Twitter. Tanto es así, que pocas horas después de que Musk desvelara sus intenciones, los jefes de la red social aprobaban por unanimidad un plan para poner algunos palos en la rueda al propietario de Tesla. Su estrategia pasaba por permitir emitir títulos para que los accionistas los comprase a un precio por debajo de mercado, a excepción hecha de Musk. Esta maniobra —que en la jerga financiera se conoce como píldora venenosa— se puede activar cuando un grupo o inversor particular trata de acumular más de un determinado porcentaje de acciones de una empresa sin la aprobación de esta.
Algo —o mucho, más bien— ha cambiado desde entonces. La oferta final de Elon Musk, los mencionados 54,2 dólares por acción, parece que ha terminado por convencer a los 11 miembros del consejo de Twitter. Tras un ajetreado fin de semana con reuniones que se alargaron hasta bien entrada la madrugada ya del lunes, los jefes de la red social del pajarito parecen haber reconsiderado su postura. ¿Qué es lo que ha cambiado? Tal y como han desvelado fuentes de la negociación a The Wall Street Journal, la situación dio un giro el pasado viernes, cuando Musk se reunió con varios inversores privados para convencerlos de los beneficios de su propuesta. Tras estas conversaciones, la negociación se ha reactivado e incluso, tal y como recoge The New York Times, ambas partes ya se encuentran negociando algunos pequeños detalles de la transacción como el cronograma o las penalizaciones que debería abonar Musk en caso de llegar a un acuerdo y que al final la operación no llegue a buen puerto.
También parece haber convencido a los inversores el hecho de que el dueño de Tesla llegara a estas reuniones con los deberes hechos. Porque el magnate tiene ya el dinero preparado para estirar el bolsillo y financiar la operación. Incluso más. Porque ha anunciado que dispone de 46.500 millones de euros para lograr sus fines.
Fuerte subida en bolsa
Las últimas informaciones han sentado bastante bien a los títulos de Twitter, que este lunes se disparaban más de un 5 % en las primeras horas tras la apertura del parqué neoyorquino.
El tira y afloja entre Twitter y Musk viene de largo. Después de que el millonario expresara en varias ocasiones su intención de crear su propia red social ante la falta de libertad de expresión existente en Twitter, decidió cortar por lo sano y convertirse de un día para otro en el mayor accionista de la red social del pajarito. El 4 de abril desembolsaba 2.890 millones de dólares (2.624 millones de euros) y se hacía con el 9,1 % del accionariado. No fue suficiente. Pocos días después, anunciaba su disposición a lanzar una opa y hacerse con el control total de la compañía.
Importantes cambios
Musk no ha escondido sus planes de futuro para Twitter en caso de que su oferta llegue a buen puerto. De hecho, ha puesto negro sobre blanco —sin ningún tipo de reparo— los primeros cambios que aplicaría en la compañía.
Con el claro objetivo, según él, de mejorar la libertad de expresión y lograr resolver los problemas para crecer que la red social arrastra ya desde hace un tiempo, el magnate ha ido desgranando algunas de las ideas que tiene para el famoso pajarito azul. En primer lugar, su plan pasa por excluir a Twitter de la bolsa. Pero también pretende publicar el código de su algoritmo, permitir que los tuits puedan ser más largos y se puedan editar, así como reducir la política de moderación y la actual dependencia de la publicidad que tiene la compañía: «Desde que hice mi inversión [cuando adquirió el 9,1 % de los títulos], me he dado cuenta de que la compañía no prosperará en su forma actual. Twitter necesita transformarse en una compañía privada», explicó a través de una misiva enviada a la cúpula de la empresa, donde también aseguraba que confía en el enorme potencial de la red social para ser una plataforma para la libertad de expresión «en todo el planeta».