Bruselas alivia la presión de la inflación sobre el Gobierno al reducir el peso de los alimentos en el cálculo del IPC

Reza la web del Instituto Nacional de Estadística (INE) —encargado de elaborar cada mes el IPC— que este índice sirve para «proporcionar una medida estadística de la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios que consume la población residente en viviendas familiares en España». Pero ¿cómo se hace esto? Los expertos del INE analizan lo que se conoce como «cesta de la compra», representativa de lo que adquieren los ciudadanos de a pie y que, hasta ahora, se elaboraba básicamente tomando como base la encuesta de presupuestos familiares (EPF) que analiza los hábitos de consumo de 24.000 hogares.

Sin embargo, desde este mes de enero, el INE ha introducido algunos cambios en su fórmula para calcular el IPC, con el doble objetivo de cumplir nuevas normas comunitarias pero también adaptarlo a los cambios en los hábitos.

Las ponderaciones

¿Qué tiene más peso en la cesta? Para elaborar esta cesta de la compra representativa de los españoles no solo se enumeran todos los productos y servicios más consumidos, sino que también se tiene en cuenta el gasto en cada uno de ellos en el cómputo final. Es lo que se conoce como las ponderaciones, que no es más que la importancia relativa que tiene cada uno de los productos, basado en el gasto que realizan los hogares en cada apartado. Un peso que ahora se modifica. Alega el INE que este cambio se fundamenta en la nueva normativa de la Unión Europea. Así, tal y como marcan las directrices de Bruselas, la partida referente a los alimentos y bebidas no alcohólicas pierde peso en el cálculo final, en concreto tres puntos. También disminuye (un punto y medio) la importancia de la vivienda, una partida que incluye el gasto en electricidad o gas natural. Al otro lado de la balanza se sitúan transporte, medicina, ocio o hoteles y restaurantes, que aumentan su peso dentro del cálculo del índice. Todos estos cambios propician que la inflación se desinfle un poco, ya que la de los alimentos es una de la partida que más está subiendo, mientras que ocio o transporte siguen la estela contraria.

Fuente principal

Pasa a ser la contabilidad nacional. Estos cambios se producen porque la fuente principal utilizada para el cálculo de las ponderaciones pasa de ser la encuesta de presupuestos familiares a la contabilidad nacional, en concreto el gasto en consumo final de los hogares. Otro de los cambios importantes tiene que ver con el procedimiento, ya que a partir de ahora se recolectarán los precios de los productos con dispositivos electrónicos para la recogida de los precios.

Energía

Inclusión del mercado libre. Hasta ahora, las tarifas que se tenían en cuenta para calcular el encarecimiento de la energía (electricidad y gas) eran exclusivamente las del mercado regulado. A partir de enero también se incorporarán las del libre.