La Voz de Galicia

Indra se desploma más de un 7 % en bolsa tras la salida de su consejero delegado

Economía

S. Cabrero Redacción / La Voz
La Bolsa española

Las acciones de la tecnológica se situaron este martes a la cola del Ibex

07 Mar 2023. Actualizado a las 19:31 h.

La salida de Ignacio Mataix, hasta ahora consejero delegado de Indra, no ha sentado nada bien en el parqué español. Los analistas ya habían advertido de que este último movimiento en los asientos directivos de la empresa traería consigo nuevas turbulencias en la cotización. Y así ha sido. Las acciones de la tecnológica se situaban este martes a la cola del Ibex, tras registrar un desplome del 7,18 %. Los títulos cerraron la sesión del martes a 11,51 euros en la que se ha convertido ya en la mayor caída registrada por la compañía desde marzo del 2022, coincidiendo con el inicio de la guerra en Ucrania.

La empresa ha intentado en las últimas horas calmar los ánimos de los inversores asegurando que contratarán a un asesor para pilotar la sucesión del directivo, un proceso que, además, estará vinculado a la definición del próximo plan estratégico que la firma tiene previsto poner en marcha de cara a los próximos años. Eso sí, por ahora se desconoce por completo quién será ese sustituto. Mientras Indra recorre todo este camino, Mataix seguirá ejerciendo sus actuales funciones para facilitar el proceso de sucesión y la continuidad en la gestión, hasta que se produzca el nombramiento del nuevo consejero delegado.

Una vez culminado el proceso de sucesión, Mataix seguirá vinculado a la compañía. Lo hará durante dos años prestando sus servicios como asesor estratégico del consejo de administración.

La salida de Mataix arroja más leña a un fuego que lleva dos años sin ser sofocado. La tecnológica, que busca ahora su tercer consejero delegado en menos de 24 meses, vive inmersa en una época de incertidumbre marcada, sobre todo, por las continuas desavenencias entre los directivos y el principal accionista de la tecnológica, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que controla cerca de un 28 % de su capital.

Las turbulencias en el seno de Indra arrancaron en mayo del 2021, cuando el Gobierno —a través de la SEPI, dependiente del Ministerio de Hacienda— forzó el cese de Fernando Abril-Martorell como presidente de la compañía tras más de seis años en el cargo. Entonces, la dirección pasaba a estructurarse sobre dos patas: un área de tecnologías de la información capitaneada por Cristina Ruiz y otra centrada en transporte y defensa (la más rentable del grupo) que recayó sobre las manos de Ignacio Mataix, una fórmula que cerraba Marc Murtra, presidente de la compañía y hombre de confianza de la Moncloa. Poco duró la tranquilidad. Poco menos de un año después (en abril del 2022) Cristina Ruiz presentaba su dimisión, una salida que desmontaba en parte el modelo de gobernanza diseñado tras la salida del Fernando Abril-Martorell. Y, una vez más, menos de un año después de este movimiento, se consuma un nuevo cambio en el seno de Indra, con la salida del consejero delegado.

A pesar de las consecuencias que ha tenido la salida de Mataix, el movimiento no ha pillado desprevenido al mercado. Era un rumor que se venía comentando desde hacía tiempo, sobre todo por la falta de entendimiento que mantenían el presidente y el consejero delegado.

La gestión de Mataix

Mataix deja la empresa con unos datos que sustentan su gestión. Indra cerró el 2022 con un beneficio de 172 millones de euros, un 20 % más que el año anterior, un resultado «histórico» alcanzado tras registrar máximos de facturación y en la cartera de pedidos. También redujo la deuda de la firma en más de un 80 %.


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