El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, entra en prisión

El 17 de julio del 2013, Manuel Fernández de Sousa presentó su dimisión y abandonó la presidencia de Pescanova, dejando el el grupo que había presidido durante casi 40 años en concurso de acreedores con una deuda financiera de más de 3.600 millones de euros.

Caso diez años después, el expresidente del grupo pesquero, ha ingresado en prisión para cumplir los 6 años impuestos por el Tribunal Supremo por una gestión delictiva, según el auto condenatorio de la Audiencia Nacional.

Podía haber elegido cualquier penal de España y en A Lama (Pontevedra) estaban en sobre aviso porque, por proximidad, sería en centro penitenciario que le correspondería. Pero tal vez queriendo evitar que alguien captara su imagen, quizás asesorado por sus abogados, Manuel Fernández de Sousa se presentó el martes voluntariamente, dentro del plazo de 10 días que le concedía la orden de ingreso en prisión, en la cárcel madrileña de Soto del Real para cumplir la condena impuesta por un delito continuado de falsedad en las cuentas anuales y falseamiento de la información económico-financiera. Las penas son, por una parte, cuatro años y seis meses de prisión y una multa de diez meses por los delitos mencionados, manteniendo una cuota diaria de cincuenta euros de sanción. A estos hay que sumar otro año y seis meses por un delito de alzamiento de bienes por el que también ha sido condenada a seis meses su esposa, María del Rosario Andrade, como cooperadora necesaria.

Podía haber sido peor, ya que el Supremo, atendiendo al recurso presentado por su defensa, decidió el pasado 10 de febrero absolverle de los delitos de estafa agravada y falsedad en documento mercantil por los que que fue condenado por la Audiencia Nacional en octubre del 2019. Además, el fallo también aplica una atenuante por dilaciones indebidas.

El fallo de febrero, mantiene que Fernández de Sousa deberá indemnizar con más de 125 millones, solidariamente con la antigua Pescanova (Pescanova SA), a los inversores perjudicados, tanto compañías como particulares.

¿Cumplirá toda la pena de prisión?

Fuentes del proceso consultadas dan por hecho que no. Al condenado le queda la opción de acudir a la justicia Europea o de solicitar el indulto, pero estos procedimientos tendrá que cursarlos y esperar resolución desde la cárcel. Sin embargo, al carecer de antecedentes y, por casos similares que han afrontado otros empresarios por delitos similares, lo probable es que De Sousa no llegue a estar ingresado más de dos años (un tercio de la condena) para pasar a cumplir el resto de la condena en régimen abierto o con servicios a la comunidad.