Gabadi gana un millón pese al fin de obra en China

La empresa naronesa Gabadi, especializada en el sector de la habilitación naval, cerró el pasado año con unos beneficios de 1,06 millones de euros, un 55 % inferiores a los obtenidos en el 2021, cuando ascendieron a 2,3 millones. La contracción económica del ejercicio se refleja también en la cifra de negocio —que pasó de 4,1 millones en el 2021 a 3 doce meses después— y en las ventas, que pasaron en ese mismo período de 32 a 22 millones.

Gabadi, que cuenta con filiales en Asia, Canadá y, más recientemente, en Estados Unidos, explica que la bajada de la facturación se debe «principalmente a la reducción del volumen de trabajos en China, cuyo proyecto fue finalizado en el 2022; a la caída de reparaciones del mercado LNG a nivel mundial y a una falta de proyectos de nuevas construcciones». No obstante, las previsiones que maneja para este 2023, y pese a las «situación mundial compleja», son las de alcanzar niveles de facturación cercanos a los 24 millones de euros.

Para lograr ese objetivo, ha puesto en marcha distintas acciones, como la búsqueda de contratos en el sector gasista. En este sentido, recuerda que «contaba con un proyecto de fabricación de tanques de gaseros en Rusia, pero debido al incidente militar entre Rusia y Ucrania, y el posterior veto de la UE a la ejecución de contratos en Rusia de este segmento de negocio, el mismo se encuentra en stand-by a la espera de que se solucione el conflicto y se eliminen las sanciones».

Sin embargo, Gabadi cuenta con un pedido para las fragatas F-110 de Navantia, que supondrá ingresos por más de 30 millones de euros en un contrato a 10 años, con un aporte de 3 millones anuales, que comenzaron a finales de 2022. También captó nuevas obras en el programa de construcción del submarino S80 para la Armada española.

Gabadi, que en el 2022 contó con una plantilla de 206 trabajadores —157 fijos y 49 auxiliares—, ha encargado un trabajo de consultoría a la empresa Norgestión, con el objetivo de elaborar un plan de crecimiento a 5 años, con el objetivo de duplicar su tamaño, a través del crecimiento orgánico e inorgánico.