La OCDE pide eliminar las ayudas anticrisis y retrasar la edad legal de jubilación

El principal objetivo de la economía española es la reducción del déficit público después de años de medidas de gasto público encaminadas a paliar los efectos de la pandemia primero, y de la crisis inflacionista después. La OCDE hace una serie de recomendaciones a nuestro país para reducir los gastos y alcanzar un objetivo de déficit del 3,5 % para el 2024. Una meta para la que el Ejecutivo debe recortar 6.800 millones del gasto (el equivalente al 0,5 % del PIB).

¿Cómo recortar 6.800 millones para ir ajustando las cuentas? La OCDE recomienda, entre otras medidas, eliminar los tipos reducidos de IVA de algunos productos, lo que conllevaría unos ingresos adicionales de 5.000 millones de euros. En este sentido, insta a eliminar «total y rápidamente» las ayudas anticrisis —como la reducción del IVA de determinados alimentos, en vigor hasta el 31 de diciembre— para ayudar a limitar el alto coste fiscal que tienen medidas de este tipo. La organización añade que hay que «limitar el estímulo a la demanda en un momento de alta inflación para respaldar la política monetaria» del BCE), y que en caso de que el país quiera dar ayudas a los colectivos más pobres, debería ser a través de la nueva garantía de ingreso mínimo vital (IMV).

Y aunque la OCDE reconoce que el Gobierno actuó con rapidez para mitigar el impacto de los altos precios de alimentos y energía, el coste de dichas medidas fue de alrededor del 2,9 % del PIB, unos 38.000 millones de euros en solo un año, un coste «muy elevado». Además, critica que la mayor parte de las ayudas no tuvieron objetivos específicos, por lo que han terminado beneficiando más a los más ricos.

El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García, respondió asegurando que este análisis habla de medidas «estructurales más que coyunturales» y que las medidas de rebajas impositivas que se han dado en los últimos meses en España han sido «compatibles» con la reducción del déficit y la deuda públicas.

Además, dadas las malas perspectivas demográficas y la presión de gasto público relacionada con el envejecimiento, «sería prudente acelerar el ritmo de consolidación fiscal para restaurar los niveles de déficit y deuda anteriores a la covid en pocos años», pide la OCDE. Según sus cálculos, si no se logra dicha consolidación fiscal en los próximos años, la deuda pública seguirá una tendencia ascendente que impactará en la economía dadas las altas tasas de interés. Por ello, mide un plan a medio plazo que mejore la eficiencia del gasto y movilice ingresos adicionales. Pero, además, la OCDE carga contra la reforma de las pensiones recién aprobada y considera que no es suficiente para lograr el equilibrio del sistema, en números rojos desde hace más de una década. Así, pide actuar en una variable que el Gobierno no ha tocado: ampliar la edad legal de jubilación más allá de los 67 años a los que se llegará en el 2027. Además, recomienda actuar también en la cuantía de las prestaciones para contener el gasto y, para ello, apuesta por ampliar aún más los años para calcular la pensión, algo que, en líneas generales, supondrá un recorte para los nuevos jubilados.

En este sentido, cabe destacar que el pasado marzo el Ejecutivo ya aprobó una medida en esta senda, aunque muchomás suave. Así, durante los próximos veinte años permitirá dos formas de calcular la pensión: o los actuales 25 últimos años de vida laboral o bien ampliarlos a 29 años de forma progresiva y descartar los dos peores. A partir de 2044 la pensión sólo se calculará con los últimos 29 años de cotización, de los que podrán descartarse dos años.

Menos crecimiento, pero también menos paro

La institución que agrupa a 34 países estima que la economía española crecerá menos de lo que preveía hace solo dos meses. Su estimación es que el PIB nacional avanzará este año un 2,5 % y el que viene un 1,5 %. La estimación para el 2024 es bastante más baja que la que el Gobierno incluyó en su Programa de Estabilidad que envió a Bruselas hace solo unos días, en el que proyectó un crecimiento del 2,4 % este año y del 2 % el que viene.

El recorte se debe sobre todo al retroceso del consumo privado, que de suponer un 4,7 % del PIB en el 2022 pasará a crecer solo un 1,7 % este año y un 1,6 % en el 2024, según las estimaciones de la OCDE. Además, las exportaciones de bienes y servicios (entre los que se incluyen los turísticos, el gran tirón de la economía este año) van a caer del 15,2 % que representaron el año pasado, al 3,3 % en el 2023 y 2,1 % el que viene.

La inflación seguirá en niveles elevados, pero la OCDE mejora sus previsiones respecto a las anteriores. En concreto, los precios subirán un 3,5 % este año y un 3,7 % el que viene, con la subyacente un poco por encima este año en el 4 %, pero se reducirá hasta el 3 % en el 2024.

Unas previsiones que sobre todo sorprenden por la parte del empleo, clave también para el impulso del consumo y la actividad de las empresas. Según la institución, la tasa de paro se reducirá este año al 11,9 % (un punto por debajo del 2022) y continuará descendiendo hasta el 11,5 % en el 2024, un poco por encima del 10,9 % que incluyó el Gobierno en su Programa de Estabilidad para el año que viene.