La Voz de Galicia

El sector primario reclama una fiscalidad favorable para seguir alimentando a Europa

Economía

m. cedrón redacción / la voz e. abuín redacción / la voz

Bajar el IVA de carne y pescado o cambiar el plan de la PAC también están en la lista de deseos

07 Dec 2023. Actualizado a las 04:45 h.

Haber quedado sin chips y otras materias primas para alimentar la economía comunitaria durante y después de la pandemia hizo reflexionar a una Europa que en su día se tiró en brazos de la globalización creyendo que podía tener una sección de la fábrica en una parte del mundo y la otra división dentro del mercado comunitario. Jamás pensó que la cadena de suministro podría gripar. Y ahora que es consciente de que eso no es nada raro, empieza a preocuparse por si lo que falla no es el alimento para las factorías, sino para la población. La seguridad alimentaria comienza a situarse en la agenda comunitaria, escalando puestos en la lista de prioridades. Pero lo hace en un momento en el que el sector primario comunitario está tocado por la falta de mano de obra, de relevo generacional que garantice la continuidad de las empresas y por la pérdida de competitividad.

Atraer gente hacia la agricultura, la ganadería o la pesca es el gran reto que se le presenta a este Gobierno. Apuntalar el sector primario y que siga teniendo activos que produzcan para amarrar la soberanía alimentaria. Y para eso es preciso actuar en varios ámbitos, principalmente en la fiscalidad.

Los ganaderos que forman parte de un modelo de producción que nada tiene que ver con el de las macrogranjas reivindican su papel de empresarios, pero también el de gestores de un territorio donde cada vez son más las casas que se quedan «sen fume». Esa es la razón por la que desde las organizaciones agrarias y desde la propia Administración autonómica piden al ministro de Agricultura, Luis Planas, que haga fuerza para lograr que Hacienda haga una reforma fiscal que favorezca la actividad en unas zonas rurales que juegan con el hándicap de la dispersión. Esa demanda camina de la mano de una minoración de los trámites burocráticos a la hora de acceder a ayudas o justificar subvenciones. No menos urgente es ajustar los plazos de justificación de ayudas a la realidad de unos lugares donde no es fácil encontrar quien haga una obra.

La pesca también ve en la revisión de la fiscalidad una forma de frenar la sangría de mano de obra. No es cuestión que competa al Ministerio de Agricultura y Pesca, sino al de Hacienda, al que ya hace tiempo reclamaron bonificaciones para competir en el que se ha convertido ya en un mercado de fichajes en el que Franciaque exime de pagar IRPF por los primeros 60.000 euros— o el Reino Unido llevan las de ganar. Si el problema de completar tripulaciones de base se ha resuelto más o menos —en altura y gran altura, no así en litoral y bajura—, la falta de patrones y maquinistas provoca una hiperinflación por costes y salarios que lastra la competitividad de una flota comunitaria ya minada por las elevadas exigencias sociales, medioambientales e higiénico-sanitarias a las que debe atender frente a buques de terceros países, con estándares mucho más bajos, que comercializan sus productos en el mercado de la UE. «Hai auténticos Cristianos Ronaldos na pesca porque hai xente que está disposta a pagar o que esixen», explica Sergio López, gerente de la Organización de Productores de Burela.

Bajada del IVA

La revisión de la fiscalidad a la baja también se reclama para el producto. La cadena de la pesca se ha apretado más para pedir la rebaja o retirada del IVA a los productos del mar, una reclamación que comparte el sector cárnico, pues ambas referencias (que a criterio del sector primario deberían considerarse básicas) están gravadas con el 10 % y se han quedado fuera de las rebajas que ha aplicado el Gobierno a alimentos como el pan, la leche y los huevos, pero también a otros que podrían ser más prescindibles, como el queso. El grito se hace especialmente intenso en el caso del sector pesquero, que acumula un descenso en el consumo de estas proteínas de un 30 % en diez años.

Ahora bien, hay quien sitúa por encima de la rebaja del IVA la prioridad de la promoción. Sobre todo tras comprobar que productos a los que se ha reducido el tipo se han disparado de precio con lo que eso supone para el consumo. De ahí que la pesca reclame también iniciativas públicas para promover el consumo de estas referencias. Claro que también hay que adaptarse a los nuevos tipos de consumidores y dar productos más fáciles y convenientes. «Se o consumo baixou nos fogares, hai que buscar vender noutros canais», explica López.

La descarbonización que viene

La neutralidad carbónica que busca Europa trae de cabeza al sector pesquero. Primero porque le gustaría dejar de depender de los combustibles fósiles pero no puede, dado que no hay tecnología fiable y, además, porque tiene limitaciones constructivas para implantar la incipiente, como es el caso del hidrógeno. Y, después, porque la avidez de energías renovables ha tendido una alfombra roja a la eólica marina que ha acabado en unos Plan de Ordenación del Espacio Marino (POEM) en los que la pesca ha visto cómo se reservaba espacio a estas nuevas tecnologías allí donde hay importantes caladeros de pesca.

Cumplir con los objetivos del Green Deal europeo también trae de cabeza a agricultores y ganaderos. La nueva política agraria común (PAC), con sus ecorregímenes voluntarios para los ganaderos y agricultores, favorece económicamente a aquellos que los ponen en práctica. Pero para los productores gallegos hay un problema. Es que las practicas sostenibles recogidas en el Plan Estratégico Nacional para la nueva PAC no se ajustan a la realidad de Galicia, favoreciendo a la cuenca mediterránea o a comunidades del interior de la Península. Y por eso piden al ministerio que los modifique. No es tan fácil porque el cambio ha de ser aprobado en Bruselas.

Esa petición no choca con algo que resulta indiscutible en el campo. Es el efecto del cambio climático que ya empieza a notarse. La irrupción de nuevas plagas como la enfermedad hemorrágica epizóotica (EHE) no es solo un ejemplo. Es un asunto que preocupa tanto que urgen a Agricultura para que coordine el desarrollo de una vacuna. Porque cuando no haya granjas que blindar, ya no hará falta.


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