La Confederación Española de Organizaciones de Mayores critica que se retrase la jubilación mientras aumenta el paro entre trabajadores de más 50 años

Demasiado jóvenes para jubilarse y demasiado mayores para trabajar. Es la situación en la que se encuentra el 30,2 % de los demandantes empleo. Tres de cada diez son mayores de 50 años, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el INE. Y no solo eso: el 40 % de los parados de larga duración pertenecen a este colectivo. 

A pesar de su experiencia, las empresas suelen excluirlos de los procesos de selección y el camino hacia la retirada del mercado laboral de les hace eterna. Por eso desde la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) no entienden que el Gobierno siga retrasando la edad legal de jubilación, que ha subido este año hasta los 66 años y medio: «En un mundo laboral en el que las empresas consideran mayores a las personas de más de 50 años es difícil llegar a la edad de jubilación [...] No podemos pedir que las personas se jubilen más tarde si no les ofrecemos empleo a partir de los 50», subrayó su presidenta, Sabina Camacho.

Además de poner el foco en esta política «contradictoria», Camacho ha pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez que «se suprima definitivamente» la obligatoriedad de jubilarse a una edad fija y que esa edad «sea solo la fecha en la que se podrá recibir el 100% de la pensión que le corresponda siempre que se cumplan las demás condiciones del sistema». 

También han pedido más flexibilidad y un régimen propio para determinados sectores donde las condiciones de trabajo son duras y las posibilidades de reincorporación casi nulas. 

Asimismo, consideran prioritario impulsar medidas para el fomento de la vida activa, como la creación de planes de carrera, la promoción de la formación a lo largo de la vida, la fijación de criterios de flexibilidad organizativa y potenciar la transmisión de conocimiento.