El Sabadell elevó un 55 % sus beneficios en el 2023 y ganó un récord de 1.332 millones

La subida de tipos que el Banco Central Europeo (BCE) inició en el verano del 2022 ha sido la varita mágica que tocó en el 2023 los resultados de la banca española y los llevó a niveles récord. El Sabadell no ha sido una excepción y se suma al Santander y al BBVA en lo que respecta a la escalada de sus beneficios en el 2023. En concreto, el banco de origen catalán ganó 1.332 millones, lo que supone nada menos que un 55,1 % más que el ejercicio previo, cuando se anotó 859. 

«Es evidente que la coyuntura ha sido favorable para la rentabilidad de la banca por los altos tipos de interés», reconoció ayer el consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, durante la rueda de prensa de presentación de los resultados, donde —a preguntas de los medios— descartó en este momento devolver la sede social del banco a Barcelona desde Alicante, a donde la cambió en el 2017 tras la escalada independentista.

El ejecutivo explicó que el buen comportamiento del margen de intereses compensó otras partidas menos boyantes, como la disminución de ingresos por comisiones a los clientes o el pago del impuesto —nacido como temporal pero que ha llegado para permanecer— que el Gobierno impuso al sector sobre sus beneficios extraordinarios. Para el Sabadell, el gravamen ha supuesto un desembolso cercano a los 200 millones de euros, concretamente 190 con cargo a las ganancias del 2023.

Los ingresos del negocio bancario (margen de intereses más comisiones netas) alcanzaron los 6.109 millones de euros, un 15,5 % más interanual. En concreto, el margen de intereses avanzó un 24,3 % (hasta los 4.723 millones), mientras que las comisiones descendieron un 7 %, hasta los 1.386 millones. La previsión es que la buena evolución se mantenga este año también, aunque la esperada bajada de tipos por parte del BCE —no antes del verano— rebajaría algo la intensidad del crecimiento.

Menos crédito

Lo que no fue según lo esperado fue el crédito, que el pasado año contrajo su volumen un 3,6 % por la difícil coyuntura económica que para los hogares supusieron el entorno inflacionista y los tipos altos. González-Bueno mostró su preocupación al respecto, señalando que la caída de las hipotecas no les había «gustado nada». «Estamos deseando prestar, pero no vemos que la demanda se haya reactivado todavía», remachó.

La parte positiva corre a cargo del crédito no hipotecario, ya que los préstamos a empresas y los de consumo aumentaron, mientras que la morosidad retrocedió ligeramente, hasta el 3,52 %.

«Los magníficos resultados financieros son también consecuencia de la profunda transformación acometida en los últimos años», señaló el consejero delegado, para destacar que la «solidez del banco», que ha dejado atrás problemas como los generados por la integración del británico TSB, permiten acometer «un fuerte aumento de la remuneración a los accionistas y ser optimistas sobre la evolución futura de la entidad». De hecho, se propondrá a la junta el abono de un dividendo complementario en efectivo de tres céntimos por acción, que se suma al ya repartido a cuenta por el mismo importe. Sumados ambos pagos elevan a 326 millones el dividendo distribuido, un 55 % más que el año anterior.

Sabadell Gallego sigue creciendo

En lo que respecta al Sabadell Gallego, la marca con la que el banco opera en la comunidad, ha seguido creciendo. Al cierre del ejercicio, su balance alcanzó los 8.784 millones de euros, además de ampliar la base de clientes en casi 25.000 más. De ellos, 8.477 incorporaciones se hicieron a través de las oficinas (4.801 particulares y 3.676 empresas) y otras 16.100 vía digital, lo que confirma la pujanza del negocio online.

El saldo de la inversión durante el pasado año se situó en 3.811 millones, «gracias al impulso de la financiación a las empresas y en la concesión de hipotecas, con más de 800 contratos con un importe total de 91 millones de euros.