Los problemas crecen en Boeing: la plantilla pedirá un aumento salarial del 40% y no descartan una huelga
Economía
El avión 737 de Alaska Airlines que tuvo que aterrizar de emergencia carecía de pernos en el panel que se desprendió
08 Feb 2024. Actualizado a las 09:19 h.
A Boeing se le acumulan los problemas. Tras la crisis reputacional abierta a principios de año derivada de los problemas con el fuselaje de sus aviones 737 Max se suma ahora un conflicto laboral en ciernes.
Según ha revelado Bloomberg, la plantilla del fabricante estadounidense exigirá a la compañía una subida salarial del 40% a lo largo de los próximos tres o cuatro años, para revertir la pérdida de poder adquisitivo que acumulan los trabajadores desde el 2014, cuando se acordó un plan de austeridad con subidas mínimas -de menos del 1%- para la década.
El sindicato mayoritario de Boeing (IAM) quiere aprovechar la creciente escasez de mano de obra en el mercado laboral y la necesidad de la compañía de reforzar su plantilla en las fábricas -con el objetivo de reforzar la calidad de sus aviones-, para negociar mejores condiciones salariales. De hecho, no descartan convocar una huelga, como la que secundaron el año pasado los trabajadores de la automoción en Detroit o los guionistas de Hollywood: «No nos tomamos a la ligera la huelga, pero estamos dispuestos a hacerla», aseguró Jon Holden, uno de los portavoces sindicales, quien también manifestó su intención de exigir que se incorporen más inspectores de calidad.
La huelga podría afectar a las plantas en Washington y Oregón, incluidas las líneas de ensamblaje de los controvertidos aviones 737. Y, si en el pasado la compañía podía contrarrestar las presiones sindicales con amenazas de traslado de la producción a las plantas del Sur del país, lo cierto es que en la actualidad no tiene esa posibilidad. Tras la salida de una buena parte de los trabajadores más experimentados en los últimos años, Boeing necesita recuperar mano de obra cualificada para evitar nuevos problemas de fabricación en sus aviones.
Las conversaciones arrancarán el 8 de marzo. Y lo harán después de que el propio director ejecutivo de la empresa, Dave Calhoun, reconociera que «nosotros provocamos el problema» del avión de la aerolínea Alaska Airlines, que perdió un panel de fuselaje en pleno vuelo.
Paneles mal ensamblados
El interés de las autoridades ahora es aclarar qué ocurrió en ese vuelo. Un informe preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos apunta a que el panel salió volando porque no tenía pernos para unirlo al resto de la estructura.
Las fotos y pruebas que aporta el documento señalan que estas piezas fueron retiradas en la factoría de Washington para realizar trabajos rutinarios, pero nunca fueron sustituidos.
Al día siguiente de llegar el avión a las instalaciones de Boeing en Renton, el pasado 31 de agosto, el fuselaje del 737 MAX 9 fue marcado por tener cinco remaches dañados a lo largo del tapón de la puerta donde más tarde se produjo el fallo. Para sustituir esos remaches, los mecánicos tuvieron que retirar el tapón de la puerta y los cuatro pernos de sujeción que lo mantienen en su sitio, según recoge Europa Press. Los remaches fueron sustituidos, según informó el personal de Spirit Aero el 19 de septiembre. Posteriormente, una foto obtenida por los investigadores de la NTSB mostró que al tapón de la puerta le faltaban pernos de retención en al menos tres lugares. Además, los agujeros donde se habrían instalado los pernos de retención no mostraban «ninguna evidencia de daños por contacto fuerte», afirmó la NTSB. Esto sugiere que los pernos no estaban presentes cuando el panel se abrió en el avión de Alaska Airlines poco después de despegar de Portland el mes pasado.
A raíz de ese incidente, las autoridades ordenaron inmovilizar 171 aviones del mismo modelo y algunas aerolíneas informaron de que en sus aeronaves también encontraron piezas sueltas.
La crisis de los 737 Max ha desplomado el valor de Boeing en bolsa más de un 17% en lo que va de año (unos 20.000 millones de euros).