El FMI urge al Gobierno a subir el IVA y critica el tope al precio del alquiler
Economía
Advierte de que la fragmentación política amenaza el crecimiento
13 Apr 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Solo un día después de que el Gobierno anunciase que agilizará la construcción de viviendas para hacer frente al grave problema de los altos precios inmobiliarios, el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó un dardo a la política que el Ejecutivo ha llevado hasta ahora en esta materia. Es cierto que en su revisión de la economía española en el marco del Artículo IV publicado este viernes, el organismo valora positivamente que se priorice el estímulo de la oferta. Pero advierte que medidas como el tope al alquiler en zonas tensionadas incluido en la ley de vivienda el pasado año, pueden derivar en efectos completamente contrarios al propósito final.
«Experiencias previas sugieren que los topes al alquiler pueden reducir la oferta», advierte la institución, en referencia al riesgo de que muchos caseros decidan no sacar sus casas al parqué si no pueden poner el precio que quieren. Esa reducción en el stock de casas implicaría, como un efecto dominó, un incremento aún mayor de los precios que «limitaría el acceso de los grupos más marginados, contraviniendo así los propios objetivos de la ley». Es decir, se acabaría expulsando a los más vulnerables. «Es lo que ha ocurrido en otros países cuando se han introducido este tipo de medidas», explicaba este viernes Romain Alexandre Duval, que ha dirigido la intensa misión del FMI en España estos últimos días. Con este telón de fondo, recomienda una evaluación transparente y pública del impacto inicial de esos límites que hasta ahora solo se están implementado en Cataluña.
En su informe, el FMI también certifica la resistencia de la economía española y, apenas tres meses después de rebajar sus previsiones de crecimiento al 1,5 % para este año, ahora las eleva al 1,9%. Pero el examen que esta semana han realizado deja importantes sombras en materia fiscal que el organismo recomienda subsanar con su receta habitual: control del gasto, subida de impuestos y un plan plurianual para rebajar el déficit y la deuda.
En concreto, pide al Gobierno un ajuste de tres puntos porcentuales de PIB hasta el 2028, que en números redondos equivaldría a unos 44.000 millones de euros. De no hacerlo, el déficit se instalaría en el 3 % y la deuda pública en el 104 % del PIB (frente al 107 % actual) «a medida que el crecimiento se modere, la inflación se normalice y el auge de ingresos fiscales se atenúe».
La hoja de ruta de la institución pasaría, primero, por retirar las medidas contra la inflación aún vigentes. Y, segundo, por una reforma fiscal que afectaría sobre todo a figuras como el IVA, suprimiendo las exenciones actuales y armonizando los tipos entre productos. En materia impositiva también urge a elevar los impuestos medioambientales a los niveles de otros países europeos y, ante la previsión de que los futuros Presupuestos conviertan en permanentes los impuestos a los beneficios extraordinarios de banca y energéticas, recomienda cambiar la base imponible aplicada.
El organismo tiene en cuenta un riesgo que puede dar al traste con sus planes para España: «La prolongación de la fragmentación política interna podría obstaculizar la implementación de reformas estructurales y la consolidación de las cuentas fiscales», advierte. Una situación que amenaza con empeorar pilares del crecimiento como la confianza empresarial y la inversión.
Insta al Gobierno a aclarar cuántos fijos discontinuos hay
El debate que hay en España por el bum de los fijos discontinuos que ha traído la reforma laboral ha traspasado ya las fronteras. El Fondo Monetario Internacional (FMI) se sumó este viernes a las voces que piden que el Gobierno ponga encima de la mesa el número total de trabajadores intermitentes que existen en la actualidad y aclare además cuántos están trabajando en cada momento y cuántos no están activos, lo que significa que, pese a tener un contrato en vigor, no trabajan y no cobran. En concreto, el organismo con considera que «deberían estar sujetos a un monitoreo más preciso utilizando información estadística adicional» y deja una receta para lograr más estabilidad en este tipo de contrato: incrementar las cotizaciones para la prestación por desempleo de las empresas que tengan mayor rotación de trabajadores.
Pero este no es el único mensaje que lanza el FMI a Yolanda Díaz, en un extenso informe en el que le hace una enmienda a gran parte de sus medidas estrella. Precisamente cargó contra varias de las iniciativas que la propia ministra estaba defendiendo casi al mismo tiempo en el Senado: reducir la jornada laboral a 37,5 horas, seguir elevando el salario mínimo y limitar y encarecer el despido.