La Voz de Galicia

La industria gallega se descarboniza para mantener su competitividad

Economía

La Voz Redacción
De izquierda a derecha: Pablo Rifón; Enrique Mallón; Nemesio Rodríguez; Juan Rodríguez y María Meizoso

Empresas y Administración coinciden en que ya se actúa en distintos frentes ,aunque defienden un mejor acceso a las energías renovables

11 Jul 2024. Actualizado a las 05:00 h.

«La industria y la sociedad han elegido un camino, que es el de la descarbonización, y también van a escoger socios fiables, que estén en ese mismo camino. Quien no siga esa senda, corre el riesgo de quedarse absolutamente fuera de la cadena de valor». Pablo Rifón, director general de Operaciones de Resonac Graphite Spain, ilustra con estas palabras el irrenunciable compromiso asumido por los distintos países europeos para lograr la neutralidad ambiental en el 2050, que requiere de esfuerzos pero también abre un abanico de posibilidades. Hace tiempo que la industria gallega hace los deberes en ese sentido, y así quedó patente en un foro celebrado en el museo Santiago Rey Fernández-Latorre, en el que participaron Nemesio Rodríguez, director territorial Norte y Portugal de Naturgy; Juan Rodríguez, director de Enerxía del Instituto Enerxético de Galicia (Inega); Pablo Rifón, director general de Operaciones de Resonac Graphite Spain; y Enrique Mallón, secretario general de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime).

Nemesio Rodríguez apuntó algunas de las medidas que se están acometiendo para favorecer la descarbonización industrial, como la mejora de los aislamientos, la sustitución de equipos y también el cambio de las fuentes de energía, pasando de las fósiles a las renovables. «En Naturgy defendemos que además de la electricidad existen otras alternativas, como los gases renovables: el biometano, a corto plazo; y más a largo, el hidrógeno», subrayó, para añadir que solo con el biometano se puede reemplazar el 40 % del gas natural de este país. «Es un combustible renovable, que puede dinamizar la economía a nivel local, permite valorizar residuos y exige inversiones menos intensivas».

La compañía energética despliega esfuerzos en toda su cadena de valor para responder a ese reto. «Estamos haciendo inversiones en generación renovable, en distribución de electricidad para digitalizar la red, para hacer nuevas infraestructuras que permitan la integración de renovables, del autoconsumo y de la generación distribuida; e inversiones en distribución de gas para permitir la integración de los futuros proyectos de biometanos en la redes», especificó.

Pablo Rifón subrayó que la propia industria puede aportar soluciones de descarbonización a otros sectores. «Empresas como Resonac facilitan con el proceso de fabricación del grafito que la industria del acero, que genera globalmente un 7 % de las emisiones de CO2, pueda descarbonizarse en un 80 %», aseveró. La empresa ha sido una de las tres beneficiadas en Galicia con fondos del PERTE de la descarbonización, con ayudas por 2,6 millones de euros, que ampararán diversas actuaciones. «Facilitará la inversión en un sistema de recuperación de calor de nuestros hornos de cocción, y cambio en el sistema de combustión de que posibilitarán la utilización de hidrógeno», afirmó al respecto.

Para Enrique Mallón, «la descarbonización en Europa no es una opción, es una decisión consensuada», y bajo el paraguas de las directrices que emanan del ámbito comunitario, las empresas del metal ya han dado pasos en ese camino. No obstante, alertó de la necesidad de «potenciar las energías renovables, con las que Galicia puede prosperar», porque, de lo contrario, «perderemos los trenes de la reindustrialización y de la descarbonización». En este sentido, realizó «un llamamiento a que nos olvidemos de temas políticos y que trabajemos en liberar esas energías renovables que pueden ser tan potentes en Galicia y que no nos saquen ventaja otros territorios como está sucediendo por cuestiones judiciales». 

Hoja de ruta

Juan Rodríguez explicó que la agenda energética de Galicia 2030, que tiene 53 medidas, se erige como la hoja de ruta de la comunidad para reducir las emisiones y para propiciar un mix energético con cada vez más peso de las renovables. Recordó que la industria representa el 37 % del consumo energético en Galicia.

 

Necesidad de procesos públicos más ágiles y con ayudas también para las pymes

El director de Energía del Inega recordó que en los últimos años, a nivel normativo, además de las directivas derivadas del Pacto de Kioto y de París, han entrado en vigor otros paquetes normativos como consecuencia del contexto geopolítico mundial. «Buscan reforzar la competitividad industrial acelerando los procesos de descarbonización», aseguró.

Aunque el impulso a una industria que vaya reemplazando las fuentes de generación fósil por otras renovables está regulada tanto a nivel autonómico como estatal y europeo, las empresas consideran que los procesos tendrían que ser más ágiles. «La normativa es amplia, diversa, desde el Pacto Verde europeo, que nos lleva a la neutralidad climática en el 2050; hasta la directiva que intenta promocionar el consumo de energías renovables en las industrias o la reforma del mercado eléctrico europeo de fomento de los PPA —contratos de suministro de energía verde a largo plazo—. Busca avanzar en esos objetivos y en ocasiones genera cierta incertidumbre en los actores implicados. A veces resta agilidad y un proceso de simplificación no nos vendría mal a nadie para avanzar más rápido, ya que las empresas se quejan de lo tedioso que es el procedimiento para poner en marcha grandes proyectos industriales», afirmó el director territorial Norte y Portugal de Naturgy.

En este camino, «las Administraciones públicas juegan un papel fundamental. Las empresas pueden invertir para aportar soluciones, pero necesitamos que se mejoren las infraestructuras eléctricas, que haya planificación para el transporte de energía y acceso a las energías renovables a un precio competitivo», abundó director general de Operaciones de Resonac Graphite Spain.

El secretario general de Asime también apuntó otros deberes a acometer desde el ámbito público: «Necesitamos ayudas para que las grandes empresas y también las pymes puedan llevar a cabo transformaciones tecnológicas». En su opinión, «es tan importante la apuesta de las empresas para hacer inversiones como el papel de las Administraciones pública como facilitadoras de esos canales y ayudas».

El portavoz del Inega afirmó que entre las medidas activadas por el Gobierno gallego para incentivar la descarbonización se encuentran «el desarrollo de mecanismos, ayudas e incentivos. Es uno de los pilares fundamentales» de la estrategia autonómica, junto con otras acciones.


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