La Voz de Galicia

El Gobierno del este de Libia castiga a Repsol con el cierre de un yacimiento

Economía

R. G. Samaranch Túnez / E. La Voz

La medida es una represalia por las investigaciones de la Justicia española contra un miembro del clan Haftar, que lidera el ejecutivo libio

31 Aug 2024. Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno del este de Libia, liderado por el general Haifa Haftar, ha decidido cerrar casi completamente el pozo de petróleo de Al Sharara como represalia por las pesquisas iniciadas por la Justicia española contra un miembro del clan Haftar. El yacimiento, situado al sur del país, está operado por una coalición de compañías petroleras entre las que se encuentra la española Repsol. La producción diaria del pozo es de 300.000 barriles de petróleo, por lo que tras aproximadamente un mes de cierre las pérdidas podrían ascender a más de 500 millones de euros.

De acuerdo con cuatro fuentes libias consultadas por este diario, el conflicto se desató cuando Saddam Haftar, el hijo del general Jalifa Haftar, fue retenido a finales de julio en el aeropuerto de Nápoles y fue informado de que su nombre figuraba en la lista del Sistema de Información de Schengen (SIS) a instancias de las autoridades judiciales españolas. La inclusión en la lista SIS no equivale a una orden de arresto, sino que simplemente obliga a informar de los movimientos de los individuos que figuran en ella a la institución que solicita el monitoreo.

Los problemas de Haftar con la Justicia española arrancan de su intento de comprar drones a una empresa española, lo que representa una violación del embargo de armas impuesto por la ONU a Libia. Una persona que trabaja para una de las compañías de Haftar con sede en los Emiratos Árabes fue arrestada el año pasado en relación a este caso.

En enero, el general Haftar ya ordenó el cierre del pozo de Sharara, situado al suroeste del país, en una zona desértica, como medida de presión hacia Madrid. Después de unas conversaciones con las autoridades españolas, en las que estas le dieron garantías de que se archivaría el caso, Al Sharara volvió a operar de nuevo unas semanas después.

Tras su retención en Nápoles, Haftar reaccionó de forma furibunda al considerar que España no había cumplido con sus compromisos y ordenó de nuevo el cierre casi total del pozo. Por su parte, el Gobierno español niega la existencia de cualquier persecución legal de Haftar, y Repsol se ha negado a hacer declaraciones.

Libia, país que posee las mayores reservas de petróleo de toda África, se sumió en el caos después de la guerra civil que puso fin a la dictadura del coronel Moamar Gadafi en el 2011. La transición a la democracia descarriló en el 2014 por las luchas de poder entre las diversas facciones políticas, y desde entonces el país se encuentra escindido en dos gobiernos paralelos, uno en el oeste, con sede en Trípoli, y el otro en el este, controlado por el clan Haftar.


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