Los 80 años de Endesa: de electrificar el país a la generación más sostenible
Economía
La energética cuenta con 9.000 empleados y 12 millones de clientes
17 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.
El 18 de noviembre de 1944 comenzaba su andadura una sociedad impulsada por el Instituto Nacional de Industria (INI) para intentar acabar con los problemas de falta de electricidad que padecía la población española. Desde entonces y hasta ahora, la evolución de la Empresa Nacional de Electricidad, S.A (Endesa) ha sido mayúscula, sin perder el objetivo de acercar la energía a los ciudadanos en todo el país. Si en las primeras décadas de funcionamiento tanto los combustibles fósiles como la fuerza del agua alimentaron sus centrales, en los últimos años abandera un cambio de modelo basado en fuentes de generación sostenibles.
La primera instalación térmica —la central de Compostilla, en Ponferrada— comenzó a construirse en 1945, aunque no fue hasta cuatro años después cuando empezó a operar. Sin embargo, la potencia energética no era suficiente para dar respuesta a las necesidades, y Endesa apostó por la construcción de saltos hidráulicos en la zona leonesa del Bierzo —la primera fue Fuente de Azufre— y la instalación de centrales móviles. En este último caso, llegó a contar con una planta flotante, la fragata Nuestra Señora de la Luz.
Entre los años 50 y 70 su expansión no se detuvo, con nuevas instalaciones tanto térmicas como hidroeléctricas, y fue a partir de esa última década cuando se produjo un salto en su dimensión empresarial, fusionándose con sociedades productoras y distribuidoras de electricidad; adquiriendo activos eléctricos de otras compañías y reforzando su parque de generación con importantes centrales termoeléctricas.
En esos años, absorbió la Sociedad Hidroeléctrica de Galicia e incorporó, en 1972, los activos minero-eléctricos de la Empresa Nacional Calvo Sotelo, entre ellos los yacimientos de As Pontes y de Andorra (Teruel). Supuso el primer paso para la construcción de sendas centrales de carbón en esos emplazamientos. La de la comarca ferrolana entró en operación en 1976 y, con sus 1.400 megavatios de potencia, llegó a ser la mayor del país.
A principios de la década de los 80, tras sortear los efectos de dos crisis del petróleo, se convierte en la primera sociedad productora de energía eléctrica de España, y continúa avanzando en la compra de otras firmas del sector. Es el momento también en el que comienza a emprender medidas para rebajar su huella ambiental, con actuaciones como el lavado de carbón —con el que se conseguía reducir el contenido de azufre—, la depuración de las aguas residuales de los vertidos de las minas, nuevas técnicas de combustión térmica o el impulso a las energías verdes. Pone en marcha además sus primeros parques eólicos, en 1987, los de La Muela (Zaragoza) y el gallego de Estaca de Bares.
A finales de los 90, con la empresa ya privatizada desde 1998, Endesa decidió optar por la fusión por absorción de sus sociedades filiales participadas: Fecsa, ERZ, Sevillana, Gesa, Unelco y Viesgo y, de este modo, resultar el referente energético español. Se adentra también en el mercado latinoamericano, marcando el inicio de su internacionalización, y explora otros negocios, como el de las telecomunicaciones. Con la liberalización del mercado eléctrico, en el 2000, crea su comercializadora.
Para Endesa, el tercer milenio supone el arranque de una nueva estrategia, centrada en la creación de valor, tras haber desestimado de forma conjunta un proyecto de fusión con Iberdrola. A partir del 2005, se producen varias ofertas públicas de adquisición de acciones (OPA) en las que intervienen Gas Natural, E.ON, Acciona y Enel. Esta última se hace con la mayoría de sus acciones —con el 92,06 % del capital social—, en el 2009. En el 2014, la compañía se centra en el territorio nacional, tras incorporarse los activos de Latinoamérica al grupo, y la participación de Enel pasa a ser del 70,14 %.
La transición energética hacia fuentes de generación renovables es el faro que ilumina la trayectoria actual de Endesa, que lidera el sector energético en España, con 9.000 empleados y 12 millones de clientes. En Galicia, cuenta con 1.876 megavatios de potencia instalada en Galicia, más de mil renovables.