La energía verde de Aragón crece un 42 % y alimenta su bum industrial

El milagro industrial aragonés tiene de primer apellido energético, y de segundo, verde. Porque la disponibilidad de electricidad barata es un auténtico revulsivo para el asentamiento de grandes proyectos empresariales en la comunidad. En los últimos meses, Aragón ha capitalizado la atención industrial del país, con un goteo de desembarcos de multinacionales, inversiones multimillonarias y anuncios de centenares de empleos. Una zona que ha exprimido como ninguna otra el binomio industria y energía, con resultados, hasta ahora, más que satisfactorios.

La apuesta ha sido clara, con una curva ascendente de forma continuada de la potencia renovable instalada en la comunidad. Un auténtico bum, ya que solo en los últimos cinco años, el grueso de su potencia verde se incrementó en un 42,33 %. El cóctel de energía barata procede mayoritariamente de los parques eólicos, las instalaciones fotovoltaicas y las centrales hidroeléctricas. Actualmente, estas tres tecnologías suman 9.569 megavatios de potencia instalada, según los últimos datos de Red Eléctrica, filial de Redeia. No obstante, las plantas que se alimentan de la fuerza del viento y del sol han sido las que han registrado una mayor expansión. Si en diciembre del 2020, esa comunidad tenía 4.285,3 megavatios de capacidad eólica, un lustro después tiene 5.486,7. La energía solar casi ha triplicado su potencial, pasando de 1.101,7 a 2.750,9. Las centrales de agua prácticamente han mantenido su cuota, con 1.331,4.

El sector renovable reivindica su influencia para bajar los precios de la electricidad, lo que se ha demostrado este año con el hundimiento de las tarifas, en los meses en los que se produjo una mayor generación con viento, sol y agua. Incluso llegaron a registrarse horas en negativo, lo que facilitó el abaratamiento de los recibos. Además, las asociaciones sectoriales insisten en que las instalaciones que producen energía verde atraen industrias de proximidad, y Aragón parece que sigue sin tocar techo en ese sentido. Además, como su eólica es moderna, las instalaciones son más competitivas y rinden más, en una espiral que solo trae consigo ventajas competitivas para su entramado empresarial.

Así, a menos de 20 días para que finalice el año, los datos que maneja Red Eléctrica indican que los parques que utilizan el viento para producir electricidad generaron 10.195,9 gigavatios a la hora. Los recintos gallegos, que llegaron a ser pioneros en el país, 8.208,4. La eólica de la comunidad ha pasado a ocupar el cuarto puesto a nivel nacional.

De hecho, mientras Aragón rentabiliza —entre otros factores— el disponer de energía renovable y barata, Galicia ha ido recorriendo el camino contrario, se ha achicado. Frente al crecimiento del 42,33 % de la potencia renovable de la comunidad del noroeste del país en el último lustro, en la otra esquina norte del mapa únicamente se ha incrementado en un 0,8 %. De 7.581,3 megavatios eólicos e hidráulicos —que integran el grueso de su mix verde, con una tecnología fotovoltaica testimonial— instalados en el 2020 se ha pasado a 7.642,8, cinco años después.

Como sucede con Aragón, la hidráulica apenas ha variado su capacidad. Lo ha hecho, de forma testimonial la eólica, que cuenta con 3.910,3 megavatios instalados, frente a 3.851,2, del 2020.

Ecosistemas empresariales

Los resultados, son palpables, ya que alrededor de las centrales energéticas suelen desarrollarse ecosistemas empresariales e industriales que se nutren de ese abastecimiento necesario para operar. Los precios de la energía suponen una parte importante de los costes a los que tienen que hacer frente las compañías, por lo que disponer de una fuente de suministro más barata es un factor determinante para que se decanten por uno u otro territorio. En ese sentido, en España se han generalizado los conocidos como PPA (por sus siglas en inglés), que implican acuerdos de suministro a largo plazo y a precios competitivos, y una gran parte de las nuevas industrias que se asientan en el país llevan aparejadas este tipo de contratos energéticos.

Aragón no es una excepción en ese sentido, ni tampoco Galicia. Sin embargo, la situación por la que atraviesa el sector eólico en la comunidad se ha convertido un hándicap tanto para el desarrollo de la generación renovable como para la implantación de nuevas industrias. Aunque también cuenta con una cartera de proyectos industriales con inversiones millonarias pendientes de materialización, muchas de esas iniciativas estaban vinculadas a ese tipo de acuerdos de suministro de energía, fundamentalmente procedentes de nuevas plantas eólicas.

Pero unos 60 proyectos para la construcción de otros tantos parques de competencia autonómica, es decir, los que tienen menos de 50 megavatios de potencia, se encuentran en estos momentos afectados por suspensiones cautelares ordenadas por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). A la espera de que se pronuncien las autoridades judiciales de la UE sobre una consulta sobre el modo en el que se llevó a cabo su tramitación, el sector mantiene alrededor de 3.000 megavatios de potencia congelados e inversiones directas que superan los 2.000 millones de euros.

Inversiones multimillonarias en macrocentros de datos y complejos logísticos

Empresas de todo tipo de sectores han anunciado inversiones multimillonarias para Aragón, que se ha convertido en una comunidad que despierta las envidias de otros territorios. Los analistas apuntan a diversas causas para explicar ese desarrollo industrial aragonés, entre las que se encuentran el suministro de energía verde barata y en grandes cantidades —como necesitan los centros de datos—; disponer de terreno suficiente; agua; una administración que tramita con celeridad; seguridad jurídica y una masa laboral con especialistas en distintas profesiones.

El pasado mayo, Amazon Web Services (AWS) anunció una inversión de 15.700 millones de euros para materializar una gigantesca red de flujo de datos a través de la ampliación de los tres centros con los que ya cuenta en la comunidad, en concreto en El Burgo de Ebro, Villanueva de Gállego; y en Huesca. La apuesta implicará la creación de 6.800 nuevos puestos de trabajo y la mayor apuesta económica del sector tecnológica del sur de Europa.

Solo un día después de ese anuncio, la compañía energética Forestalia y la asiática Contemporary Green Energy (CGE) ponían cifras a otra ambiciosa actuación en la comunidad: una inversión de mil millones para poner en marcha la mayor plataforma de energías renovables para el autoconsumo industrial del país. Se trata de un proyecto que persigue hibridar energía eólica, fotovoltaica y de baterías, con el fin de favorecer un abastecimiento renovable, principalmente al sector de la automoción, en concreto a la producción de baterías para automóviles.

Ampliación de Inditex

Inditex es otra de las compañías que han apostado por lanzar nuevos proyectos en Aragón, con la ampliación de la plataforma logística que opera en Zaragoza. Contará con alrededor de 285.000 metros cuadrados de superficie y generará cerca de 1.500 empleos. La inversión ronda los 700 millones de euros.

Otra tecnológica, Microsoft, también impulsa la expansión de sus centros de datos en la comunidad. Con una inversión que ronda los 7.000 millones de euros y la previsión de creación de unos 700 puestos de trabajo, la compañía redobla la apuesta por crecer en esa zona geográfica, que además se ha convertido en un auténtico hub tecnológico y puntero para el flujo de datos y la inteligencia artificial.

Un año récord para la generación de las plantas hidráulicas gallegas

El 2024 está siendo un ejercicio de récord para las centrales hidroeléctricas de la comunidad. En lo que va de ejercicio, y según los datos de los que dispone Red Eléctrica, los parques generaron 8.208,4 gigavatios a la hora. Las plantas de agua, 9.373. La meteorología ha ayudado a su funcionamiento, de forma que no solo se ha erigido como la primera fuente de producción en el mix energético de la comunidad, sino que la hidráulica gallega se coloca en primer puesto a nivel nacional, y con una notable diferencia con la siguiente comunidad en acumular más generación: Castilla y León, con 8.246,3 gigavatios a la hora. La tercera plaza la ocupan las instalaciones del sector de Aragón, con 3.475,5 gigavatios.