Moody´s degrada la deuda soberana francesa por la elevada inestabilidad política
Economía
El ajuste puede afectar a las finanzas públicas del país ya que los inversores exigirán intereses más altos para prestar dinero
14 Dec 2024. Actualizado a las 12:01 h.
El Gobierno francés confirmó este sábado que la agencia de calificación financiera estadounidense Moody's degradó la nota de la deuda soberana gala en un escalón, de Aa2 a Aa3, dejando al país a tres escalones de la máxima nota. Ha sido este un aviso a navegantes. La inestabilidad política no le sale gratis a ningún país.Tampoco a la segunda potencia del euro.
El anuncio sucede pocas horas más tarde de que el presidente francés, Emmanuel Macron, nominase a su tercer primer ministro este 2024, el centrista François Bayrou, como manera de salir de la crisis política y en sustitución del efímero Michel Barnier.
«La agencia Moody's anunció el cambio de la nota de Francia poniendo el acento en los efectos que tienen en la mejora de nuestras cuentas públicas los recientes episodios parlamentarios y la incertidumbre actual», dijo el Ministerio de Finanzas en un comunicado.
No obstante, el país también arrastra graves problemas de déficit (6,2% del PIB) y una deuda pública (112, % del PIB) que sigue creciendo en un entorno de crecimiento a la baja (del 1,1 al 0,8% el año que viene), tendencias que podrían agravarse si no aprueban un presupuesto para el 2025 orientado a equilibrar las cuentas.
En las otras dos grandes agencias de notación globales, Standard & Poor's y Fitch la nota de la deuda soberana está en el mismo nivel que en el de Moody's. Las tres agencias consideran la fiabilidad financiera del país «elevada», aunque un poco lejos de la calidad excelente.
Francia vive un segundo semestre de este año de fuerte inestabilidad política que se ha traducido en la caída por una moción de censura el pasado 4 de diciembre del Gobierno conservador de Michel Barnier, que duró solo tres meses y no pudo aprobar un nuevo presupuesto para el 2025.
La caída de la nota a largo plazo puede afectar a las finanzas públicas del país pues los inversores en deuda francesa pueden comenzar a exigir una tasa de interés más alta para prestar dinero al país.