Muere el empresario Amador de Castro, fundador de las ITV gallegas e histórico directivo de Inditex y Astano
Economía
Retirado de la dirección de su grupo empresarial, deja una fundación que lleva su nombre dedicada a la lucha contra el Alzhéimer y el síndrome de Down
23 Dec 2024. Actualizado a las 12:30 h.
El empresario Amador de Castro Pérez, presidente de Figrupo e impulsor de la empresa líder mundial en estaciones de ITV, ha fallecido este domingo en el hospital Modelo de A Coruña, ciudad en la que nació el 24 de diciembre de 1947.
Llevaba unos años alejado de la dirección de sus empresas. La aparición del Alzhéimer lo alejó de los negocios. Una enfermedad que, apuntan desde la compañía, lo ha ido apagando pero que «nunca fue capaz de borrarle la capacidad de devolver una sonrisa a todo su entorno». Sus restos han sido trasladados a Servisa, donde será incinerado este lunes en la intimidad familiar después de una misa en la capilla del tanatorio a las 16.15 horas. El próximo jueves día 26, a las 18.00 horas, se oficiará un funeral en su memoria en la iglesia de los franciscanos.
Tras su retirada, su mujer, Rosa María Torre, y sus tres hijas, Marta, Susana y Blanca, se colocaron al frente del grupo empresarial, en el que se integran las sociedades Abeconsa, Amma Promoción, Desguaces Armonía, Figrupo Marina, Raiola, Zero Housing o Gráficas Salnés, y que da empleo a 388 personas. Desde que cogieron el relevo, la compañía no solo se ha mantenido, sino que ha seguido creciendo, convirtiéndose en un referente en los diferentes sectores en los que tiene presencia.
Amador de Castro, que a los 16 años ya ayudada en el almacén a su padre, que tenía una licencia en exclusiva de una importante marca de embutidos de Salamanca, inició su andadura como empresario en 1987 tras ocupar puestos de dirección en dos de las compañías más importantes de Galicia, Astano e Inditex. Una y otra lo tentaron durante años. Trabajaba con Amancio Ortega en una incipiente Inditex cuando recibió una oferta para ser director financiero del astillero ferrolano, desde donde lo promoverían a la dirección general. Tenía 32 años y, delante de él, la oportunidad de negociar con las grandes petroleras del mundo. No se lo pensó. Cuatro años después, sin embargo, presentaba su dimisión irrevocable y renunciaba a cualquier indemnización. Al salir de su última mañana en el astillero (y esta vez sí, sería la última), se negó a utilizar el coche de empresa: el chófer cogió su 127 y lo llevó a casa. La reconversión industrial de Carlos Solchaga planeaba entonces sobre Ferrolterra.
«Con enorme tristeza comunicamos el fallecimiento en el día de hoy [por ayer] de nuestro presidente y fundador D. Amador de Castro Pérez [...] Recorrió la vida ayudando a todos los que pudo, creando empresas y ofreciendo buenas oportunidades laborales, y también colaborando con causas sociales y humanitarias», señalaban este domingo desde Figrupo en un comunicado.
Trabajo, respeto y humildad
«Devolverle a la sociedad parte de lo que ella te da, fue el lema que orientó su trayectoria personal y profesional», añadían. Para subrayar también que la filosofía de Amador estaba cimentada en valores fundamentales «trabajo, respeto y humildad», guiaron siempre su proceder en los negocios y en la vida. «Supo disfrutar de los éxitos en silencio y asumió sus fracasos sin dejar que fuesen otros los que tuviesen que asumir las consecuencias», subrayaban desde Figrupo.
A finales del pasado mes de octubre se presentó públicamente la Fundación Amador de Castro, destinada a paliar los efectos del Alzheimer y el síndrome de Down, sobre todo en el entorno de quienes padecen estas dolencias. «Es una forma de rendir homenaje a su figura haciendo lo que él siempre hizo: pensar en los demás».
«Amador ha sido un ejemplo de compromiso social constante y discreto a lo largo de toda su vida. Él ha olvidado muchas cosas, pero nosotras tenemos grabados los valores que siempre inculcó a nuestra familia», señalaban desde la compañía el día en que la Fundación se presentaba en sociedad. Por eso, su mujer y sus hijas quisieron seguir el camino que él fue marcando en todos sus años de actividad, una vida que fue interrumpida con el diagnóstico del alzhéimer en el 2015..
Continuar el legado
«A partir de hoy, sin Amador, la vocación de la familia es seguir con su legado e intentar transmitirle a la sociedad una parte de la enorme huella que él ha dejado en todos los que tuvimos la suerte de conocerlo. Porque su impacto como empresario no es comparable al que tuvo como persona. Generoso, paciente, comprensivo, exigiéndose a sí mismo y ayudando a los demás. Porque Amador fue, ante todo, una excelente buena persona. Y así lo recordaremos», concluye el comunicado del conglomerado empresarial, no sin agradecer las muestras de cariño recibidas tras el fallecimiento del empresario, dos días antes de cumplir 77 años.