Hormigón gallego para la intermodal de A Coruña o los nuevos edificios de Inditex

La nueva estación intermodal de A Coruña o las divisiones interiores de los nuevos edificios que está construyendo Inditex en el polígono de Sabón se levantan con los bloques de hormigón que la empresa Prefhorvisa fabrica en sus instalaciones de Arteixo (A Coruña). La compañía familiar que dirige Francisco García García, en su segunda generación, cumple este 2025 sesenta años de actividad desde que su fundador, Francisco García, pusiera los pilares de lo que hoy es un grupo de empresas especializadas en prefabricados de hormigón, el de mayor peso de su sector en la comunidad.

El sello de Prefhorvisa está en todos los rincones gallegos. «Nuestro mercado está en la obra dotacional, centros comerciales, polideportivos, todo tipo de naves industriales, viviendas unifamiliares, cierre de fincas y parcelas...», asegura el directivo. Buena parte de estas infraestructuras se han ejecutado durante las últimas décadas, de ahí que la compañía se haya especializado para dar respuesta a soluciones diversificadas como las piezas de bloque que se emplean para los búnkeres de los hospitales que alojan las áreas de medicina radiactiva y nuclear, porque precisan de un aislamiento extraordinario. Esas unidades se han colocado en el hospital público de Ferrol y las expectativas de esta empresa están puestas ahora en la gran ampliación del Chuac coruñés, reconoce Francisco García.

Sus principales clientes son las grandes constructoras, adjudicatarias de proyectos de infraestructuras millonarios. Y su radio de acción, el territorio gallego, porque «el bloque de hormigón no viaja bien», precisa García, «cuesta casi tanto la fabricación como el transporte». Aun así, las piezas que salen de los hornos de Arteixo y de la planta de Pontevedra viajan por toda España y países europeos, como el Reino Unido, donde aspiran a ser proveedores de proyectos hospitalarios. Con una fábrica en la República Dominicana, el negocio se extenderá por Centroamérica (tienen clientes desde México a Panamá), un mercado que «consume muchísimo hormigón en construcciones de todo tipo, también en viviendas, por influencia de Estados Unidos. El norte de Europa es también hormigonero, pero el sur prefiere el ladrillo cerámico», sostiene Francisco García.

Prefhorvisa se nutre de la materia prima que extrae de su cantera de cuarzo y granito. Es su otra rama del negocio que le permite elaborar el conglomerado de cemento, agua y arena para moldear el hormigón en bloques antes de la entrada en los hornos. Unas piezas que también se pigmentan en distintos colores al gusto del consumidor, y que por su fortaleza son muy apreciados en EE.UU.

Reacondicionar maquinaria

Con una facturación próxima a los tres millones de euros en el 2023, la firma gallega evalúa organizar el patrimonio y las distintas ramas de actividad en un conglomerado del que cuelguen todas las sociedades. Sobre todo una de las líneas de negocio más rentables: la compraventa de maquinaria de compañías que cierran o se transforman. «Vamos por todo el mundo buscando máquinas usadas, las traemos y las reacondicionamos y las ponemos de nuevo en el mercado. El valor de una instalación nueva —de tecnología estadounidense— cuesta unos dos millones de euros; de ahí la rentabilidad de esta área de negocio», afirma el directivo. Empezaron reparando piezas en el taller de la fábrica, «porque no podíamos parar la producción hasta que llegase el recambio de EE.UU., y fuimos creciendo hasta especializarnos en esta parcela». Otra de las líneas en expansión es la del transporte y la construcción, desde adoquines para chalés o piscinas: «Tenemos nuestras propias cuadrillas».