La Voz de Galicia

Los transportistas lamentan la falta de exenciones para combustibles renovables en 2025

Economía

La Voz Efe
Un vehículo pesado por carreteras asturianas, en una foto del pasado noviembre

Los carburantes verdes están sometidos a la misma carga impositiva que los fósiles

09 Jan 2025. Actualizado a las 11:35 h.

La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), patronal del transporte profesional terrestre en España, lamenta que el Gobierno no contemple la aprobación de tipos impositivos reducidos o exenciones para los combustibles renovables en la batería de normativas tributarias para 2025. Estas fuentes de energía de baja o neutra huella de carbono se obtienen a partir de materias primas alternativas a las fuentes fósiles y, según la patronal, disminuyen la huella de carbono en un promedio del 82 % y pueden alcanzar incluso una reducción total del 100 %, en comparación con los combustibles fósiles.

El Gobierno ha extendido hasta fin de año la deducción del 15 % en el IRPF para la compra de vehículos eléctricos, con un máximo de 3.000 euros, más la exención del Impuesto de Matriculación los primeros dos años y un 75 % de bonificación desde el tercero. El vicepresidente de Astic, Ramón Valdivia, afirma que los objetivos que esgrime el Ejecutivo para establecer estos beneficios son tres: promover la transición de los combustibles fósiles a energías renovables para contribuir a la mejora de la competitividad de las empresas españolas, la lucha contra el cambio climático y la mejora de nuestra seguridad energética. A su juicio, estos objetivos «también se logran utilizando combustibles renovables que, sin embargo, continúan sometidos a la misma carga impositiva que los de origen fósil», señala en un comunicado.

De esta manera, la patronal defiende que la reducción de la política fiscal a estas fuentes de energía es una solución realista para que sectores como el transporte pesado por carretera, la aviación y el transporte marítimo puedan reducir ya sus emisiones. Para Astic, un impuesto cero para biocarburantes como el aplicado en Francia podría bajar el coste total de propiedad de coches gasolina y diésel hasta 6.000 y 5.000 euros, respectivamente, lo que reduciría el coste en un 24 % para los usados y entre un 13 % y 15 % para los nuevos.


Comentar