El Gobierno consuma su toma de control de Telefónica al relevar a Álvarez-Pallete por Marc Murtra

Maniobra de hondo calado la que este sábado se produjo en el escenario económico español. Una operación que, además, tendrá también un importante impacto en el ámbito político. Telefónica no solo cambia de manos, con los movimientos protagonizados en los últimos meses tras el desembarco del fondo saudí STC y la posterior entrada del Estado en su accionariado, sino que ahora también cambiará de rumbo. El Gobierno sorprendió este sábado con un giro inesperado —y polémico— al dar un golpe en la mesa y tomar el timón de la empresa de telecomunicaciones con una indudable relevancia estratégica para España.

Con el visto bueno de los saudíes, el Ejecutivo, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), convocó de urgencia este sábado por la tarde un consejo de administración extraordinario para poner punto y final al mandato de José María Álvarez-Pallete, que llevaba capitaneando Telefónica más de nueve años. El escogido por el Ejecutivo para dirigir a partir de ahora la teleco será Marc Murtra, hasta ahora presidente de la firma de tecnología y defensa Indra (una compañía también controlada por la SEPI). No es poco polémico el movimiento. Y es que Murtra, que llevaba cuatro años al frente de esta firma, es un perfil afín a los socialistas catalanes y cuyo nombramiento al frente de Indra ya había levantado hace cuatro años una auténtica polvareda.

Beneplácito de los accionistas

La iniciativa, que ha contado con el beneplácito de los principales accionistas de la multinacional española, supondrá la salida de uno de los históricos directivos del Ibex-35, que hasta la fecha contaba con el respaldo de los grandes accionistas de Telefónica, como Criteria Caixa. Sin embargo, los últimos movimientos estratégicos ya hacían entrever una posible salida de Pallete, dado que la SEPI ya lo había planteado y él mismo lo estaba sopesando, debido a las incursiones del Gobierno y ante un escenario accionarial complejo, con algunos miembros en su contra. Pero nada hacía presagiar que el Ejecutivo no esperara siquiera al proceso natural, teniendo en cuenta que el actual mandato expiraba en tan solo unos meses.

La presión de los accionistas ha acelerado el relevo después de meses de cambios en su capital, con la irrupción de la saudí STC, el desembarco en mayo del 2024 de la SEPI y la toma de posiciones de Criteria Caixa. Así, la compañía justifica el cambio en la presidencia «para adecuarla a su nueva estructura accionarial» y después de que «algunos de sus accionistas relevantes hayan expresado la conveniencia de emprender una nueva etapa», según explicó la compañía en el comunicado enviado tras el consejo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Un consejo que requirió de gran consenso para el nombramiento de Murtra, ya que los estatutos de la operadora recogen que, para ser designado presidente, es necesario que el elegido haya sido consejero al menos tres años antes de su nombramiento. Eso sí, este requisito puede salvarse si la persona elegida cuenta con el apoyo del 85 % de los consejeros, como ha tenido que ser en este caso, lo que implica que Murtra ha recabado el voto favorable de al menos 12 de los 14 consejeros.

Ante la práctica unanimidad del máximo órgano de administración, «Álvarez-Pallete, atendiendo dicha solicitud, ha presentado su dimisión como consejero, que ha sido aceptada por el consejo de administración», describe el texto remitido a la CNMV. El órgano manifestó de «forma unánime su máximo agradecimiento» al presidente cesado por «los años de trabajo y colaboración con el grupo Telefónica y, en especial, por los muchos servicios prestados y por su extraordinario esfuerzo, dedicación y aportación durante su larga trayectoria profesional en el grupo».

El baile de sillas continuará

Este movimiento en la cúpula de Telefónica no será el único que se produzca en las próximas semanas. La junta tendrá que hacer un hueco en la directiva a STC, una vez que los saudíes están ya muy cerca de cerrar los últimos flecos para atesorar oficialmente el 10 % .Tras la compra del 10 % del capital por 2.384 millones, el Ejecutivo, a través de la SEPI, se convirtió el pasado mes de mayo en el máximo accionista de la multinacional española y ya colocó a Carlos Ocaña, un perfil cercano a Pedro Sánchez, como su consejero.

El segundo gran accionista es Criteria Caixa, que en julio incrementó 1.100 millones de euros su peso en la operadora, del 4,91 % al 9,9 % y que, a través de Isidro Fainé, presidente del grupo, ocupa un puesto en el máximo órgano de gobierno. El tercer gran propietario es la citada operadora Saudí Telecom Company (STC), con un 4,9 % de acciones directas y un 5 % en derivados a la espera del visto bueno definitivo. BlackRock, la mayor gestora de fondos del planeta, controla un 4,65 % y BBVA —que a su vez depende del Gobierno para lograr el visto bueno a su fusión con el Sabadell— otro 4,83 %.

Indra nombrará a Ángel Escribano como primer ejecutivo de la firma

El nombramiento de Murtra en Telefónica ha provocado un efecto dominó en Indra, que se ha visto obligada a buscar de forma diligente un sustituto. El escogido ha sido Ángel Escribano que, tal y como adelantaba este sábado Expansión, será nombrado este mismo domingo en una reunión extraordinaria del consejo de administración. Escribano (junto con su hermano Javier) es propietario del grupo de defensa Escribano Mechanical and Engineering, que el pasado mes de diciembre había alcanzado un 14,3 % en el capital de Indra, convirtiéndose en el segundo accionista de la tecnológica.

El PP acusa a Sánchez de «colonizar» las empresas privadas

El Partido Popular recibió este sábado con enorme malestar el cambio en la presidencia de Telefónica. El presidente de la formación, Alberto Núñez Feijoo, que participó en una reunión de los líderes del Partido Popular Europeo en Berlín, escribió en su cuenta de X: «No contento con colonizar las instituciones públicas, ahora también las empresas privadas. Por si alguien dudaba de la deriva antidemocrática de Pedro Sánchez. Van a por todo, pero les pararemos entre todos». En el mismo sentido se pronunció la secretaria general del partido, Cuca Gamarra. «Mostramos nuestra máxima preocupación. Al Gobierno no le basta con colonizar las instituciones, lo ha hecho también con la televisión pública y ahora también lo quiere hacer con las empresas privadas», dijo.

Durante horas, la de Gamarra fue la única reacción política al cambio en la dirección de Telefónica. Por la tarde, Vox se unió a las críticas contra el «asalto total de Telefónica por parte del Gobierno». «El Gobierno de Sánchez es sinónimo de corrupción y de dictadura. Lo colonizan todo con su gente afín. No dejan ni lo público ni lo privado sin asaltar. Son como Maduro», dijo el presidente de esta formación, Santiago Abascal.

«Intempestiva noticia»

UGT, sindicato mayoritario en la empresa tecnológica, calificó como «intempestiva noticia» la sustitución de Pallete, al que realizan un «reconocimiento público» por haber respetado y haber favorecido «la especial idiosincrasia de las relaciones laborales» de la empresa, «basadas en el diálogo, la negociación y la concertación». UGT pidió a la SEPI que «aclare los motivos y propósito de los cambios» en la dirección de la compañía y subrayó que el nuevo presidente deberá enfrentarse a retos como «los movimientos de concentración empresarial y una definitiva regulación sectorial nacional y europea».