«Reducir la distancia entre pupitres es una temeridad, el virus no salta menos»
Educación
Familias y pediatras coinciden en reclamar que no se rebajen las medidas
25 Aug 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Ya el año pasado, la presencialidad en los centros educativos fue la norma, no la excepción. Con la llegada del nuevo curso y a la espera del resultado de la reunión de hoy entre el Ministerio de Educación y las autonomías, personal sanitario y colectivos de padres y madres dan por hecho que las escuelas están más que preparadas para la vuelta física en su totalidad a las aulas. Ahora, la pregunta reside en las medidas que se llevarán a cabo para garantizar que la enseñanza vuelva a parecerse lo máximo posible a la normalidad, «si entendemos dicha normalidad por lo que había antes del 13 de marzo del 2020, cuando se suspendieron las clases», añade Fernando Lacaci, presidente de la Confederación de ANPAS Galegas.
Las principales asociaciones de padres y madres de alumnos han pedido no bajar la guardia y mantener los refuerzos en el próximo curso escolar. Quique Bassat, epidemiólogo, pediatra y asesor del Gobierno en el protocolo de vuelta a las aulas, opina que se deberían respetar las medidas implementadas durante el año pasado, desde las mascarillas —algo que en otros países de Europa comienza a ser prescindible— hasta las entradas y salidas escalonadas para evitar aglomeraciones, pasando por la higiene básica, ventilación y algo tan obvio como seguir faltando a clase en el momento en el que se observen síntomas o se esté en contacto con una persona positiva en coronavirus, ya sea por parte tanto del alumno como del docente.
Sin embargo, el Gobierno anunció el pasado mes de junio su intención de cambiar la distancia mínima entre alumnos de 1,5 metros a 1,2, algo que los expertos no comparten. «Reducir la distancia entre pupitres es una temeridad, el virus no salta menos», recuerda Lacaci. Y Quique Bassat se suma a su argumento: «Lo de rebajar la distancia al metro veinte se propuso antes de la irrupción de la quinta ola y la variante delta. Me gustaría que en la reunión [de hoy] dieran un paso atrás sobre esa decisión». Esto implicaría un esfuerzo económico extra para las comunidades, que tendrían que mantener grupos reducidos por aula y, como consecuencia, contratar a más profesorado por segundo año consecutivo. Como solución, Bassat apuesta por reducir la distancia «una vez que todos los menores con posibilidad de acceso a la vacuna tengan la pauta completa».
Se acabó la excepcionalidad
Los propios responsables de los menores reconocen la necesidad de cumplir escrupulosamente las precauciones que recomiendan las autoridades sanitarias. Pero, desde las ANPAS gallegas, tienen muy claro que la situación de excepcionalidad ya ha terminado. «Estamos viendo que la tendencia es de apertura, y cuando hay que retroceder se observa como algo no deseado. La relajación de las restricciones debería darse en paralelo también en colegios e institutos y recuperar actividades como conferencias de personal externo o excursiones», apunta Lacaci. «La experiencia escolar no puede estar permanentemente teñida de negro. Si pretendemos seguir viviendo en una situación excepcional un año y medio más tarde, probablemente lo que consigamos será una desafección global de todo el alumnado frente a las medidas sanitarias», argumenta.
Sin embargo, esperan que algunas medidas se mantengan. El aumento de profesores, junto a la disminución del ratio de estudiantes por aula, «disparó la calidad de la educación exponencialmente». «Aprovechemos esta realidad de la nueva enseñanza», ruega el presidente de la Confederación de ANPAS Galegas.
La cepa delta, un nuevo factor ausente el curso pasado que podría cambiarlo todo
La experiencia de los últimos meses ha demostrado que los niños, al igual que los adultos, también se infectan con el virus. «A pesar de lo que decían algunos, los menores tienen las mismas posibilidades de caer enfermos que los adultos si se exponen al virus», explica Quique Bassat, y añade que «los datos hablan por sí solos». Concretamente, el aumento de casos entre menores de edad —en todos los rangos de edad, desde los más pequeños hasta adolescentes— durante la quinta ola ha sido bastante significativo e incluso más notorio que en otras etapas de la pandemia.
«Los picos de contagio se produjeron en septiembre del 2020 y en enero del 2021, es decir, a la vuelta de las vacaciones en ambos casos», apunta Bassat. En este sentido, la rutina escolar implica recuperar medidas estrictas y un cambio en la forma de socializar. «Durante el curso tu grupo se reduce, sueles juntarte con los mismos compañeros, y eso beneficia el seguimiento para frenar la transmisión. Eso cambia en verano porque nos movemos en nuevos ambientes constantemente», recuerda.
Por todo ello, es importante recordar que el inicio del curso, probablemente, supondrá un aumento en el número de casos en centros educativos. «En lugar de alarmarnos, debemos estar vigilantes durante los primeros días y frenar a tiempo la transmisión de la variante delta, que ha demostrado ser mucho más contagiosa y con la que todavía no hemos vivido la experiencia escolar», avisa el pediatra.
Apuesta conjunta por la presencialidad en todas las comunidades
Con el inicio del nuevo curso escolar a la vuelta de la esquina, las autonomías apuestan por la presencialidad en todas las etapas educativas, aunque hay discrepancias a la hora de decidir la distancia de seguridad mínima, que se deberá estar entre un mínimo de 1,5 metros y máximo de 1,2.
De cara a la reunión extraordinaria de hoy, en la que titulares de las consejerías autonómicas en materia de enseñanza y la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, abordarán el protocolo frente al inminente inicio de las clases, cada una de las comunidades aportará las medidas que tomarán durante el curso escolar y los posibles cambios que podrán sufrir según varíe la tasa de incidencia.
Galicia cuenta con un protocolo basado en los acuerdos alcanzados en mayo y que el Ministerio hizo obligatorios con una Declaración de Actuaciones Coordinadas en junio. Así, se mantienen los grupos burbuja en primaria e infantil y se reduce la distancia a 1,2 metros en secundaria. Además, la comunidad inició este lunes la vacunación hasta niños de 12 años para garantizar una vuelta a las aulas —el 9 de septiembre para infantil y primaria y el día 15 de la ESO en adelante— más segura y con el mayor número de niños y niñas inmunizados posible.
Mientras que Andalucía, la Comunidad de Madrid y Castilla y León apuestan por mantener la distancia de seguridad en 1,5 metros, Cataluña opta por eliminarla en grupos burbuja. Por otro lado, Canarias mantendrá el refuerzo en la plantilla del profesorado, al igual que la Comunidad Valenciana, que contará con 5.000 docentes extra.
Como novedad, el primer día de clase los alumnos de La Rioja recibirán un curso de educación para la salud para garantizar la correcta higiene de manos y respiratoria, y el uso adecuado de la mascarilla. Los centros educativos aragoneses recuperarán espacios de uso común, aunque con uso obligatorio de mascarilla en interiores a partir de los 6 años. En cuanto a Navarra, el curso comenzará con jornada continua por las mañanas y se mantendrán los refuerzos educativos aplicados el curso pasado, manteniendo la ratio de 20 escolares en infantil.
Extremadura acudirá a la reunión con su protocolo completamente organizado, para dar a conocer su modelo y «llegar a nuevos acuerdos», mientras que la Consejería de Educación de Murcia está analizando la Ley Orgánica «con el fin de asumir los cambios mínimos que esta exige en su ordenamiento jurídico», según Europa Press.
Más de la mitad de las personas entre 12 y 19 años (55,4 %) han recibido al menos una dosis de la vacuna, mientras que el 12,97 % ha recibido la pauta completa. Con la práctica totalidad del profesorado inmunizado y la inoculación de los alumnos en marcha, la ministra de Educación descarta imponer la obligatoriedad de vacunarse. En relación con el número de alumnos en las aulas, Gobierno central y comunidades autónomas pactaron en mayo recuperar las ratios prepandemia de cara a septiembre, pese a lo que el Ministerio ha pedido a los gobiernos autonómicos que mantengan el profesorado que fue contratado como refuerzo.