El cara a cara de Sánchez y Feijoo, un debate para captar al votante indeciso
Elecciones 23J
Pedro Sánchez saldrá más al ataque para tratar de dar la vuelta a las encuestas y Feijoo se centrará en no cometer errores durante un cara a cara en el que el bloque de los pactos puede ser el que dé más juego
10 Jul 2023. Actualizado a las 18:59 h.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo afrontan esta noche un debate que puede mover un porcentaje importante de voto. Será el único que mantendrán en toda la campaña, por lo que el enfrentamiento se prevé intenso para tratar de convencer a ese grupo de votantes indecisos que deciden todas las elecciones. En principio, los papeles estarán cambiados y es el presidente del Gobierno el que saldrá más al ataque para tratar de remontar en unas encuestas que dan como ganador al PP. Sánchez está convencido de sus posibilidades y llegó a pedir seis debates, pero solo tendrá una bala de plata.
Los pactos, clave del debate
Feijoo, previsiblemente, tratará de utilizar una estrategia más conservadora, evitando riesgos. Si sale políticamente vivo, tendrá muchas posibilidades de ser presidente y de afrontar el resto de la campaña con más tranquilidad en su objetivo de alcanzar los 165 escaños, cifra en la que el PP ha puesto el listón para gobernar en solitario. De los cuatro bloques del debate, es el que se refiere a los pactos el que más juego debería dar en teoría. Sánchez tratará de vincular a Feijoo con Vox tras los acuerdos autonómicos y municipales alcanzados. Planteará que un escenario similar en el Gobierno del país conduciría a una España «tenebrosa», según el calificativo que ha utilizado en la campaña. Votar a Feijoo, será según Sánchez, hacer vicepresidente a Santiago Abascal.
La estrategia es ir un paso más allá del miedo a la ultraderecha, que no funcionó en Andalucía ni en Madrid, afirmando que Vox está ocupando ya cuotas de poder con consecuencias tangibles en forma de censura en algunos ayuntamientos y comunidades.
Sánchez, más al ataque
Pero enfrente tendrá a un Feijoo que se fajará aludiendo a los pactos de Sánchez con EH Bildu y los independentistas catalanes durante toda la legislatura, especialmente para aprobar leyes como la de memoria democrática, que Sánchez ha pactado con los de Arnaldo Otegi, y acusando al líder del PSOE de haber indultado a los líderes del procés para mantenerse en el poder. Votar a Sánchez, según Feijoo, será volver al Gobierno Frankenstein.
Sánchez se juega más que Feijoo en este debate y por eso tratará de noquear a su adversario provocando un error fatal con alguna de las fichas que le ha preparado su equipo de asesores. Pero, aunque saldrá a por todas, deberá medir sus intervenciones para no perder el tono presidencial. Un tono que es precisamente el que buscará Feijoo. Sin perder los papeles y tratando de representar el cambio tranquilo que vende en esta campaña.
Dos tipos de experiencia
El líder del PP tiene a su favor la experiencia que dan sus cuatro mayorías absolutas en Galicia. Sánchez tiene más soltura a la hora de hilar el discurso y tiene también la experiencia de su debate con Rajoy. En aquel cara a cara, apretó hasta llegar a decirle al entonces líder del PP que «España necesita un presiente del Gobierno decente, y usted no lo es». Será difícil que se escuchen hoy ataques personales tan graves. Sánchez de hecho, llegó a pedir perdón por haber utilizado esa expresión contra Rajoy.
Apelaciones al voto útil
A favor del líder del PSOE juega la ventaja de llevar cinco años en el Gobierno y tener las cifras macroeconómicas en la cabeza. Presumirá de los datos de empleo y de crecimiento, aunque Feijoo tratará de bajar el debate a pie de calle, destacando la carestía de la cesta de la compra o el encarecimiento de las hipotecas.
El hecho de que, según las encuestas, ninguno de los dos candidatos tenga posibilidades de ganar por mayoría absoluta, hará que Sánchez pida el voto para no depender de la izquierda de Sumar y de los independentistas y Feijoo marque distancias con Vox apelando también al voto útil.
Los expertos consideran que un debate como este puede mover hasta un máximo del 6 % de los votos. Y a por ese porcentaje, e incluso a por algo más, se lanzarán los dos contrincantes. Alberto Núñez Feijoo para consolidar su ventaja en las encuestas y su perfil presidencial. Y Pedro Sánchez, para recuperar terreno, movilizar a su electorado y mantener vivo el partido.