Debacle de Podemos en las primeras elecciones en Galicia con su marca

La nueva dirección de Podemos en Galicia nunca escondió su afinidad con Yolanda Díaz, y de ahí que desde un primer momentro tratase de aunar candidaturas. Un experimento previo a Sumar. Se alcanzaron acuerdos para simplificar listas, con complejos pactos de coalición como repartos rotatorios de concejales en caso de solo conseguir un acta. Y además, algo que se marcó como objetivo meses antes de la campaña: aparecer en el mayor número de concellos con su propia marca. Pero las urnas echaron por tierra esos esfuerzos. Las 32 candidaturas con al menos un miembro de Podemos solo sumaron 25.225 votos, lo que se tradujo en 9 concejales. La gran mayoría de esos apoyos proceden de Compostela Aberta, que obtuvo dos ediles, si bien el candidato morado se quedó fuera de la formación.

Ninguna lista con el cuño de Podemos obtuvo representación, salvo la de Unidas Podemos en Laxe, con un edil. La nómina de representantes queda cubierta con los tres de Nós Pobra, los dos compostelanos mencionados, otros dos de Marea de Noia y uno de Ponteareas en Común. En los 17 ayuntamientos donde se presentaron solo con el nombre de su marca, obtuvieron 2.420 votos, siendo la formación con menos apoyo en la mayoría de ocasiones. En Cambre, por ejemplo, hubo más sobres en blanco que papeletas moradas. El líder del partido en Galicia, Borja San Ramón, acompañó en la noche electoral a Rubén Pérez, candidato en Vigo y miembro de Esquerda Unida, que logró el mejor resultado de las coaliciones moradas: 6.523 votos. No hubo ningún comunicado desde Podemos Galicia, ni tampoco comparecencia del coordinador general, cuyo último mensaje es una publicación en Twitter respondiendo al adelanto electoral anunciado este lunes por Pedro Sánchez: «Parar nin para coller impulso. Alegría e audacia, vainos o Goberno do Estado niso».

San Ramón se retiró de la lista de Podemos en Ferrol, donde nació, para facilitar la coalición con la marea local, encabezada por el exalcalde Jorge Suárez, pero la estrategia no funcionó y fueron rivales el 28M. La noche terminó con Suárez multiplicando por seis los apoyos a Podemos, que recibió 500 papeletas.

La ruptura de las mareas

La fractura más dañina se produjo en A Coruña, ciudad donde Marea Atlántica llegó a gobernar hace ocho años, y que de los 6 concejales que tuvo en el 2019 —finalizaron el mandato con cinco— se quedó en blanco en estas elecciones. El mazazo electoral, una derrota «sen paliativos» para su candidato, Xan Xove, parte en gran medida de la escisión encabezada por uno de sus fundadores, José Manuel Sande. Lideró la lista de Por Coruña, auspiciada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuyo padre cerraba la candidatura de forma simbólica, y que llegó a acompañarle una tarde durante la campaña. Aquello generó el rechazo del ex regidor Xulio Ferreiro: «O que non debería ter feito é tomar partido alí onde hai división».

De concurrir juntos habrían entrado en María Pita, con algo más de 10.000 votos. Separados, los apoyos de ambos se perdieron por el sumidero y se quedaron sin representación.

Apoyos de Belarra y Pam

No solo Díaz acudió en auxilio de las candidaturas moradas (también acompañó a María Rozas, de Compostela Aberta). La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, fue la primera en desembarcar en campaña. Lo hizo en Ourense, donde el partido obtuvo el 1,4 % de los votos, por debajo de las papeletas depositadas en blanco.

También estuvo en Pontevedra la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, que cerraba la lista en la ciudad. De nuevo, pobre cosecha con el mismo porcentaje de votos. Y llegó al cierre de campaña Juan Carlos Monedero, un histórico de Podemos, aunque para reprobar a la división en Ferrol: «Si vamos separados, nos van a ahorcar juntos»