La campaña gallega se estataliza

El riesgo se ha hecho campaña. Emparedar las elecciones gallegas en medio de las pasadas generales y su previsible reedición en diciembre, va convirtiendo a los comicios al Parlamento gallego en una especie de circo de dos pistas en las que los focos unas veces apuntan al horizonte autonómico y otras iluminan Madrid y más allá. Toda la luminotecnia sigue hoy a Rajoy, y la sombra proyectada de Rita Barberá, para tratar de avanzar los pasos que se supone ambos van a acabar por dar. Alfonso Alonso y Núñez Feijoo, los que se la juegan el día 25 en las urnas vascas y gallegas, reclaman a la militante con el carné número tres del PP de Valencia que lo deje. «Si me queréis, irse», podrían gritar los candidatos populares a Barberá y los suyos como Lola Flores clamó en el casorio de una de sus hijas cuando empezaba a faltar el aire.

Desde la otra esquina de la Península, Susana Díaz le advierte a Pedro Sánchez que no se venga a arriba en sus mítines en Galicia y acabe anunciando negociaciones de nuevo para formar gobierno. A Díaz no le dan las cuentas y acaba de dejar claro que para ella los 85 escaños del PSOE en el Congreso no dan más que para aguantar en la oposición, y aunque no lo dijo, se podría añadir que también piensa en que ese período debería ser aprovechado por su partido para elegir un nuevo capitán, o capitana, claro. Veremos esta tarde la temperatura con la que Abel Caballero y Carmela Silva reciben en Vigo a Pedro Sánchez y Leiceaga en el primer acto de verdad de campaña de los dos nota les del PSOE en el sur de Galicia.

Albert Rivera iniciará mañana su tour de tres días por Galicia. Es tan consciente de que se la juega que ha reforzado sus equipos en Galicia con profesionales del partido en otras comunidades. Entrar en el Parlamento sería un éxito para C's; condicionar el Gobierno de la Xunta, aún más, pero no estar en la cámara autonómica sería un fracaso personal que le haría valer menos enteros en la política estatal. Y el fin de semana aterrizará Íñigo  Errejón y la semana que viene Pablo Iglesias, será interesante ver cómo tanto los cuadros de Podemos en Galicia y los referentes de En Marea se alinean con uno o con el otro, porque la batalla interna en el partido de los círculos está a un pelo de explotar.