Pablo Iglesias admite en A Coruña que la «unidad» no fue fácil, pero la justifica porque «así se llega más lejos»
Elecciones 2016
El líder de Podemos reconoce que «la gente está hasta las narices» pero pide un esfuerzo para votar a En Marea, que garantiza que el PP no gobernará
20 Sep 2016. Actualizado a las 19:44 h.
Pablo Iglesias aterrizó en la campaña gallega mes y medio después de irrumpir en la política autonómica a través de un tuit que significó la disolución de la marca Podemos en el partido instrumental En Marea. En el paraninfo de la Universidade de A Coruña admitió que la que «unidad no fue fácil», pero se felicitó por haber convencido a los más reticentes «porque así se llega más lejos en el camino». Como ocurrió con Errejón dos días antes, Galicia estuvo presente en su discurso pero solo de un modo tangencial, citando los casos de corrupción en los que insiste En Marea, ya sean en la comunidad o en otros lugares, pero siempre del PP.
Iglesias se vio «obligado» a hablar de la política nacional e indicó que el problema de España no es que los populares no puedan gobernar: «Los problemas son los de siempre, la desigualdad, el paro, la precariedad laboral o la emigración», resumió, para indicar que Podemos no tendría razón de ser «si los poderosos no nos tienen miedo», una declaración que acabó desatando un encendido debate público en el seno de Podemos.
El líder de la formación morada reconoció que «la gente está hasta las narices» de la política, pero reclamó un esfuerzo para votar a En Marea porque es la manera de garantizar la salida de Feijoo, «que no sabe gobernar y que multiplicó por tres la deuda de Galicia». En ese punto puso como ejemplo el trabajo de los alcaldes y citó expresamente al coruñés Xulio Ferreiro, presente en el acto. «Xulio me ha conmovido al recordar que no somos como ellos», dijo Iglesias mencionando el discurso del regidor.
El acto lo cerró Luís Villares, que reclamó el voto para el 100 % de los gallegos que están contra la corrupción. El candidato, como viene repitiendo en las últimas intervenciones, reconoció que las encuestas «non nos detectan», pero recordó que lo mismo ocurría cuando se tomó el poder en tres ciudades gallegas. «Non digo que teñamos sesenta diputados, nós somos modestos, pero si unha maioría suficiente» para desbancar a Feijoo de la Xunta.
Desde Vigo
Por la tarde, en Vigo, Pablo Iglesias tuvo la compañía en el escenario de Xosé Manuel Beiras, para el que trabajó hace cuatro años como asesor en el primer proyecto de AGE. Ese fue el eje de su argumento, el de reivindicar el partido liderado por el veterano político «que ya sonaba a 15M, era otra forma de ser, hasta otra forma de vestir».
Mientras, contrapuso, surgía Albert Rivera, «que suena a restauración». El líder de la formación morada también fue autocrítico, y en plena crisis interna advirtió del riesgo que corren proyectos como AGE o Podemos al entrar en las instituciones: «Hay que estar con la gente más allá de los despachos, porque estamos aquí por y para vosotros», proclamó. Al igual que por la mañana, volvió a hablar en clave estatal para mostrar su distancia con Ciudadanos y aprovechó el argumento nacional para recordar que en Galicia todo el que quiera votar contra el PP debe apoyar a En Marea el próximo domingo.
Luís Villares, que cerró el acto, insistió en la idea: «O domingo só hai dúas opcións, ou votar ao PP, o partido dos iates e do sufrimento, ou votar En Marea, que significa dignidade e xustiza social». Y adelantó, de forma metafórica, que el domingo el Camino no acaba en Santiago: «En Santiago comeza unha nova Europa, a Europa social».