La Voz de Galicia

Casado mete presión a Rivera y le insta a pactar con Sánchez

Elecciones 2016

Gonzalo Bareño Madrid / La Voz

Anuncia que el PP votará en contra de la investidura del líder socialista, exige al presidente en funciones que su Gobierno no dependa de los independentsitas y garantiza que hará una oposición «fuerte, firme, pero responable»

06 May 2019. Actualizado a las 20:35 h.

«Hay otras sumas con partidos que ya han pactado con el PSOE en 2015 y 2016». El líder del PP, Pablo Casado, puso este lunes toda la presión sobre Ciudadanos para impedir que el futuro Gobierno de España dependa de los partidos independentistas. Tras entrevistarse durante una hora y media en la Moncloa con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, Casado dejó claro que el PP no facilitará «en ningún caso» la investidura del líder socialista, pero le trasladó a este su preocupación por el hecho de que su futuro Ejecutivo pueda depender de los que calificó como «los enemigos de España».

El líder popular no concretó la respuesta que le dio Sánchez a esta preocupación, pero si expresó su convencimiento de que «vamos a una legislatura con un Gobierno débil». Garantizó en todo caso que el PP hará una oposición «fuerte, firme pero responsable», reivindicando cuestiones fundamentales como la unidad de España. Casado compareció en la sala en la que habitualmente se celebran las ruedas de prensa del Consejo de Ministros, y no en una más pequeña en la que suelen hablar los visitantes de la Moncloa. Una deferencia que refuerza la idea de que Pedro Sánchez pretende resaltar el papel de Casado como líder de la oposición, en detrimento de Albert Rivera, que se arroga ese papel pese a haber quedado tercero, por el hecho de que su partido crece y el PP ha perdido 71 escaños.

Sánchez y Casado no profundizaron durante la entrevista sobre los posibles pactos poselectorales por «respeto» a la ronda de consultas de cara a la investidura que le corresponde hacer al rey Felipe VI. Lo único que le pidió el líder de los populares al socialista es que su posible Gobierno haga que España no «dependa de los independentistas», que no creen en que todos los ciudadanos son libres e iguales.

Situando de nuevo la pelota en el tejado de Albert Rivera, que este martes se reunirá con Sánchez en la Moncloa, Casado insistió en que el PP no pondrá «ningún impedimento» a una posible investidura de Sánchez que fuera apoyada por el partido naranja, al que no nombró, tratando así de empujar a Rivera a un pacto que dejaría a los populares en solitario el liderazgo de la oposición, que Casado reivindicó en cualquier caso porque «son los ciudadanos los que dan o quitan escaños» y la normativa es que el líder de la oposición es el segundo partido en votos. «Lo mejor para España sería que se pueda llegar a acuerdos con partidos que respeten Constitución y la unidad nacional», insistió. Fuentes del Gobierno aseguraron que ambos líderes se habían emplazado a mantener futuras reuniones en torno a cuestiones de Estado que afectan fundamentalmente a la política internacional. En este terreno, Casado exigió al Gobierno en funciones que dé su máximo apoyo al líder opositor venezolano a Maduro, Leopoldo López, refugiado en la embajada de España en Caracas.   

Pese a su negativa rotunda a participar de forma activa o pasiva en la investidura de Sánchez, aseguró que los populares se mantienen abiertos al diálogo en cuestiones de Estado. Casado se felicitó de que con esta entrevista se hayan normalizado las relaciones institucionales con Sánchez, ya que mientras ha sido presidente del Gobierno el líder socialista no le ha llamado una sola vez, tras la primera entrevista que celebraron en agosto, ni siquiera cuando ha planteado cuestiones de gran calado como una reforma constitucional. «Hoy ese cordón sanitario se ha roto», dijo Casado, que rebajó el alcance de las duras críticas que formuló a Sánchez durante la campaña.«Yo no tengo enemigos sino adversarios políticos», precisó.

En su afán por insistir en que se excluya a los independentistas de cualquier fórmula de Gobierno, el líder popular explicó que, incluso sin Ciudadanos, existen otras posibilidades que no necesitarían apoyo de ERC y PdeCAT como un acuerdo con Unidas Podemos y partidos regionalistas, aunque «no sería lo ideal». «No somos en necesarios», dijo sobre el PP, para quitarse de encima toda presión, aunque aseguró que, en caso de que Sánchez logre formar Gobierno estarán «muy vigilantes» para impedir concesiones políticas o económicas hacia los independentistas. Lo que no precisó es si considera que para el futuro de España sería mejor un Gobierno de Sánchez en solitario, aunque cuente con menos escaños, o uno de coalición con más representación en el que hubiera ministros de Unidas Podemos.

Durante la reunión, Sánchez y Casado no trataron sobre la composición de la futura Mesa del Congreso, que deberá conformarse el 21 de mayo y que daría una primera pista sobre por dónde pueden ir las intenciones de Sánchez en materia de pactos. Fuentes del PP rechazaron posteriormente, sin embargo, que el PNV pueda obtener una representación en ese órgano de la cámara como pretende el PSOE, contando con solo seis diputados. Tampoco trataron sobre la presencia de Vox en el Parlamento

Pese a la cordialidad que presidió la cita, Casado explicó que salió de ella sin haber despejado las mayores «incertidumbres» porque no se sabe «cuáles van a ser los aliados» de Sánchez en su intento de investidura. Respecto a Cataluña, tampoco exigió la aplicación del artículo 155, aunque lamentó que ni el PP ni el PSOE hubieran sabido trasladar la idea de que la aplicación de ese precepto «no era opresora sino liberadora». Y recordó que hay «muchas leyes mas allá del 155» que se pueden aplicar en Cataluña para garantizar el respeto a la legalidad, como la ley de partidos o la de estabilidad presupuestaria. Por último, anunció que el PP recurrirá ante el tribunal Constitucional la decisión de los tribunales de permitir que el ex presidente catalán Carles Puigdemont, huido de la Justicia española, pueda presentarse a las elecciones europeas.


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