Kiko Matamoros se burla del City de Guardiola con una fea acusación

Kiko Matamoros se hizo eco de una información sobre cómo se habían endurecido los controles antidoping en la Premier League atribuyendo a ello la mala racha del Manchester City. Lo hizo con un irónico comentario en redes sociales aprovechando que el equipo de Pep Guardiola solo ha ganado un partidos de los últimos trece, cayendo en la clasificación hasta el séptimo puesto, una posición que no le daría acceso a competiciones europeas la próxima temporada.

«En septiembre anunciaron más dureza en los controles antidoping en el fútbol inglés», constataba un usuario en X, red social conocida anteriormente como Twitter.

«El Manchester City solo ha ganado un partido de los últimos 13», continuaba. «Dopaje físico, dopaje arbitral y dopaje financiero. Pep Guardiola es la mayor estafa de la historia del fútbol», concluía el citado usuario criticando al técnico catalán.

Haciéndose eco de este comentario, y de esta fea acusación, Kiko Matamoros escribía con ironía en su perfil: «Deberían respetar a un grupo de deportistas en proceso de desintoxicación y rehabilitación».

El último pinchazo del Manchester City de Guardiola

El Manchester City volvió a pinchar, y suma una sola victoria en los últimos trece encuentros, al empatar a uno contra el Everton en un partido en el que Erling Haaland erró un penalti (1-1).

Los de Pep Guardiola se quedan a 14 puntos del Liverpool, que además tiene un partidos menos, por lo que la diferencia, si los de Arne Slot ganan dicho encuentro que tiene pendiente, aumentará hasta 17 unidades, dando por terminada la aventura del Manchester City de conseguir su quinta Premier League consecutiva.

En un encuentro que parecía perfecto para que el Manchester City volviera a ganar en liga, ante uno de los candidatos al descenso, los 'Sky Blues' tuvieron veinte buenos minutos que les sirvieron para adelantarse por medio de Bernardo Silva, pero en los que no sentenciaron.

A este equipo la falta de confianza le ha quitado la regularidad y el colmillo de otras épocas, y en cuanto permitió que el Everton tuviera un hilo de vida lo pagó. En su primer acercamiento serio del partido, el Everton encontró petróleo. Fue un centro errático desde el lateral que Manuel Akanji se comió por completo. La pelota llegó al segundo palo y Rico Lewis, que tenía que cubrir esa zona se quedó atrás, dejando a Iliman Ndiaye controlara y rematara a bote pronto, inutilizando a Stefan Ortega, que solo pudo ver la pelota dirigirse hacia lo que fue un golazo.

De nuevo, el nerviosismo y la ansiedad atizaron al Manchester City, que no respiró hasta que Mykolenko, en la segunda parte, derribó a Savinho dentro del área en un penalti clarísimo. El ucraniano, que ya tenía amarilla, tendría que haber sido expulsado por la entrada, pero el árbitro le perdonó y Erling Haaland se dirigió a los once metros mientras Seamus Coleman le calentaba la cabeza y Jordan Pickford le sacaba la lengua.

La estrategia, que le valió a Seamus Coleman una amarilla, funcionó, porque Jordan Pickford adivinó la atención del noruego y le atajó la pena máxima. Sí marcó en el rechace Erling Haaland, pero el tanto fue anulado por fuera de juego.

Pese al asalto final, el Manchester City se tuvo que conformar con un insípido que empate que les deja a un mundo del líder, el Liverpool. Son 14 puntos de diferencia con los 'Reds' y 6 con la Champions League.