La selección se suelta por sevillanas en una fiesta
España
09 Jun 2002. Actualizado a las 07:00 h.
Eran sus primeras veinticuatro horas libres. Desde la media tarde del sábado hasta la de ayer. Un gesto con el que José Antonio Camacho quería recompensar a sus futbolistas por superar la primera ronda del Mundial. Y no lo desaprovecharon. Acompañados de sus esposas, novias, padres o hermanos, que les han visitado durante dos días, la mayoría de los seleccionados acudieron a la cena que la Junta de Anadalucía organizó en la Casa de España en Ulsan. Allí estuvieron, entre otros, Raúl, Hierro, Valerón, Tristán, Juanfran, Sergio, Romero, Casillas, Joaquín y Cañizares. Todos vestidos de calle y con una sonrisa perenne en sus caras. Había motivos para ello. Y querían celebrarlo. Sólo faltaba una chispa que encendiera la mecha de la alegría en un acto que sirvió para ratificar las buenas relaciones entre futbolistas y medios de comunicación durante toda la concentración. «Es algo inédito, periodistas y jugadores juntos», expresaba sorprendido uno de los profesionales de la prensa con más Mundiales y Eurocopas a sus espaldas. «Un acto entrañable» Y la chispa saltó. Fueron los integrantes del grupo andaluz Entre amigos quienes con sus guitarras encendieron el ambiente. Y ahí irrumpió con su gracia habitual el internacional más joven del grupo, Joaquín. Se subió al escenario y anunció la actuación del céltico Juanfran, que demostró una soltura envidiable con las palmas y el cante. El bético, arropado por otro andaluz, Tristán, y el propio Juanfran, se arrancó con un Sevilla tiene algo especial muy bien entonado. El acto se prolongó en una discoteca cercana, pero a las dos de la madrugada, a dormir. Sudáfrica está a la vuelta de la esquina.