Camacho dimite tras considerar que se 'ha acabado un ciclo'
España
El seleccionador nacional de fútbol, José Antonio Camacho, presentó hoy su dimisión aduciendo que su etapa al frente del banquillo nacional se ha terminado. Iñaki Saez ha aceptado el cargo de forma provisional.
02 Jul 2002. Actualizado a las 07:00 h.
Camacho considera que el tiempo que resta hasta la Eurocopa de Portugal en 2004 y el Mundial de Alemania en 2006 es "mucho tiempo" porque necesita "la inquietud del trabajo diario", señaló durante una rueda de prensa celebrada en la sede de la Federación Española (RFEF), en la que el presidente, Angel María Villar, expresó la tristeza por la renuncia del de Cieza, al que dejó las puertas abiertas en un futuro. La negativa del entrenador murciano, a quien le restaban dos años de contrato, parecía alejada de razones deportivas después de que España consiguiera en el pasado Mundial de Corea del Sur y Japón la quinta posición, el mejor resultado desde 1950, y fuera eliminada en cuartos, impulsada por una polémica actuación arbitral, y sí ligada al entorno del combinado nacional, del que siempre se ha quejado el de Cieza, pero Camacho reivindicó hoy el fin de una etapa, de su ciclo en el banquillo nacional y expresó su deseo de recuperar la inquietud del trabajo diario en un club de fútbol. "He cumplido un ciclo y por eso me marcho. Las etapas se cumplen y punto" subrayó con rotundidad Camacho, quien aseguró que esperar cuatro años hasta otro Mundial es "mucho tiempo" porque necesita la rutina diaria que sólo otorga ser entrenador de un club. El murciano aseguró no tener ninguna oferta en firme para trabajar, pero espera que esa situación se revierta lo antes posible. El periplo de José Antonio Camacho en la selección española, a la que ha dirigido durante cuatro años, desde septiembre de 1998, no ha sido exitoso, pero ha servido para dotar de nuevas señas de identidad al grupo, reunificado en torno a los jugadores de mayor calidad técnica, y especialmente para recuperar el orgullo nacional por la selección. Tocado por los últimos tumbos dados en la era Clemente, tras el fracaso en el Mundial de Francia'98, en el que no superó la primera fase, y la bajada a los infiernos que supuso la sonrojante derrota ante los chipriotas en la fase de clasificación para la Eurocopa 2000, el equipo nacional encontró en Camacho el revulsivo para despertar a una afición aletargada y desencantada con la etapa anterior. Su debut se produjo el 24 de septiembre de 1998, en un amistoso en Los Cármenes de Granada ante Rusia en el que el equipo nacional se impuso por 1-0. Camacho entregó las riendas de la selección a futbolistas de corte ofensivo, con talento, -Raúl, Guardiola, Fran o Mendieta-, y la nueva fórmula explotó con una goleada ante Austria (9-0), con la que se consiguió recuperar el cariño de la afición. La barrera de los cuartos España, fiel a su tradición, se presentó en la Eurocopa de Bélgica y Holanda con la máxima expectación, pero después de una mediocre primera fase, la Francia de Zinedine Zidane, campeona del mundo y posteriormente de Europa, le apeó en cuartos, la barrera infranqueable del fútbol español como se demostró también en el Mundial. Camacho regresó dolido por las críticas que se hicieron desde algunas estamentos por creerlas excesivamente duras. Sin embargo, el técnico de Cieza apaciguó sus ánimos y recobró el espíritu competitivo para clasificar brillantemente a la selección para el Mundial y llegar con aspiraciones a la aventura asiática. Nuevamente los cuartos se cruzaron en el camino del combinado nacional. Una de las anfitrionas, Corea del Sur, le apeó en la fatífica tanda de penaltis que históricamente se atraganta. Aún así, la sensación de aplomo y de conjunto, que no se había dado en otras ocasiones, convirtió el viaje de regreso en una vuelta casi triunfal, con recibimiento multitudinario en Barajas. No obstante, Camacho ha considerado oportuno no continuar y abandonar el cargo ahora que la razón está de su lado porque la clasificación para la Eurocopa de Portugal podría ser un calvario de criticas que el de Cieza no está dispuesto a soportar. El 'affaire' de Lorenzana con Raúl, las críticas sobre los cambios ante Irlanda y Corea del Sur, los planteamientos tácticos, o la negativa de algunos pesos pesados a asumir la responsabilidad en la última tanda de penaltis, han mermado las ganas de Camacho, que siempre da el cien por cien, pero espera lo mismo de los demás. Camacho abandona el barco después de haber dirigido 44 partidos, con un balance favorable de 28 victorias, nueve empates y siete derrotas. Aunque siempre estuvo ligado a la selección nacional, cuya elástica vistió en 81 ocasiones y defendió en los Mundiales de 1982 y 1986 y en el subcampeonato europeo de Francia'84, el de Cieza deja la selección sin que España acaricie un título. La Federación, que no esperaba esta decisión, tiene que buscar un nuevo seleccionador con premura porque el próximo 21 de agosto la selección disputa un amistoso en Budapest ante Hungría en el homenaje a Puskas y el siete de septiembre viaja a Atenas para medirse a Grecia en el primer partido de clasificación de la próxima Eurocopa.