Un grupo de gitanos ocupan por la fuerza tres edificios en Granada

Alrededor de 20 familias de Jun (Granada) fueron desalojadas la pasada semana de sus casas a la fuerza por un grupo de personas de etnia gitana, que se ha atrincherado en los tres edificios contiguos al ayuntamiento del municipio granadino. El pasado lunes, los okupas amenazaron al alcalde, José Antonio Rodríguez, con una pistola en la cabeza, y afirmaron que, si les expulsa, le matarán. El regidor de Jun señaló que «el resto de la población vive atrincherada en sus casas y no salen a la calle para evitar que sean también ocupadas». Además, agregó que los afectados que fueron allanados «no pudieron recoger ni sus enseres personales», por lo que la situación es definida entre la población como «una película de terror». Los sucesos comenzaron el pasado día 22, cuando los asaltantes fueron instalándose en inmuebles en los que en ese momento no había nadie. Sin embargo, según el primer edil, los acontecimientos han cobrado más relevancia al aumentar los desalojos, «esta vez a la fuerza, irrumpiendo de madrugada armados y expulsando de sus casas a familias con niños pequeños». Peligro de incendio José Antonio Rodríguez mostró su preocupación por la posibilidad de que arda el edificio, después de que «engancharan toda la electricidad a un único sitio y por la seguridad de los habitantes, ya que los okupas están armados». De momento, los afectados permanecen alojados en casas de familiares y en la del propio alcalde de Jun, y únicamente resisten en el inmueble dos propietarios, una concejal municipal y un legionario que ha declarado que resistirá hasta el final. El regidor afirmó que se encuentra a la espera de recibir una orden judicial para que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado puedan proceder al desalojo de los edificios. Grupo marginal El grupo de okupas procede del barrio marginal de La Cartuja, en Granada, y justifican su acción alegando que ellos fueron anteriormente desalojados de sus viviendas por un grupo de mafiosos rumanos, según José Antonio Rodríguez. La Subdelegación del Gobierno ha ordenado a la Guardia Civil que extreme la vigilancia en la localidad granadina para evitar altercados, al tiempo que asegura no poder actuar para desalojar a las personas que han echado de sus casas a varias familias hasta que no haya un mandamiento judicial. El alcalde pidió «auxilio de fuerza» al subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz, que dio las órdenes pertinentes a la Guardia Civil. Fuentes de la subdelegación subrayaron que, por el momento, los agentes sólo podrán actuar en caso de altercado y no pueden expulsar a nadie hasta que no lo ordene el juez.