Zapatero quiere que el programa electoral del PSOE lleve un mensaje expreso a la fuerzas nacionalistas: se acabó lo que se daba. El presidente trasladó ayer a la ejecutiva del partido su deseo de que el texto especifique que no habrá nuevas mejoras del autogobierno y que el modelo autonómico se cierra con los estatutos de segunda generación; tanto los aprobados en esta legislatura como los pendientes de reforma. La advertencia afecta a formaciones catalanas como CiU y ERC, que consideran el Estatut un mero alto en el camino de sus reivindicaciones, y a los nacionalistas e independentistas vascos, que aspiran, cuanto menos, a la cosoberanía con el Estado.
La dirección del PSOE analizó y aprobó en una reunión más agitada e informal que de costumbre, según las fuentes consultadas, el borrador del proyecto con el que concurrirán a las generales del próximo 9 de marzo. A partir de ahora comienza el plazo de enmiendas y el programa definitivo se aprobará en una Conferencia Política prevista para el 26 y 27 de enero.
Lo que no aclaró el coordinador del programa, Jesús Caldera, es si su partido está dispuesto a llevar el cierre del modelo a la propia Constitución. Es previsible también que del programa se caiga finalmente el compromiso de crear una agencia estatal que, bajo el nombre «observatorio de la laicidad», vigile la neutralidad religiosa de las políticas y normativas legales.
Caldera también recogió la idea lanzada en la ejecutiva de promover una ley de igualdad de trato y no discriminación para que la violación de estos derechos constitucionales se pueda dirimir en los tribunales ordinarios y no sea preciso llegar al Tribunal Constitucional.