«España no se ha roto y desde luego no se va a romper»

En su nuevo libro, Vertebrando España. El Estado autonómico , Jordi Sevilla defiende la existencia de una España plural e integrada.

-¿Cómo es posible que tres años después no haya aún una sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña?

-A mí no me sorprende que estén empleando tanto tiempo. Se está sentando un precedente muy importante, porque se están redefiniendo las costuras del Estado autonómico, y es razonable que quieran ser muy prudentes. Y no me sorprendería que la sentencia fuera interpretativa, lo que sería una buena salida para respetar a mucha gente que ha trabajado en ese estatuto.

-Tras dejar el ministerio, ha criticado algunos aspectos de la política económica del Gobierno. ¿Significa eso que Zapatero no aprendió las lecciones que dicen que usted le dio?

-Es evidente que sí aprendió. En este momento en el hemiciclo no se sienta ningún político que sepa más de política económica que el presidente del Gobierno. La soltura con la que habla de estos temas denota que sabe muy bien lo que dice.

-¿Cómo no se percató de la crisis que se avecinaba?

-Es que casi nadie la vio venir. Eso de que todo el mundo sabía que iba a venir una crisis tendrían que demostrarlo, porque, por ejemplo, en el programa del PP para las últimas elecciones generales no se hablaba de ninguna crisis. Sí se preveía una desaceleración de la economía, el tema de la construcción había tocado techo... pero ahora hemos aprendido que las burbujas no se deshinchan, sino que desgraciadamente explotan.

-¿Y se vislumbra el final?

-Tengo la impresión de que lo peor ha pasado. Las previsiones del Gobierno, que sitúan una mejora a mediados del 2010 o comienzos del 2011, son bastante realistas. Todavía tenemos unos trimestres muy malos por delante, pero menos malos que los que ya hemos pasado.

-El título de su libro es muy sugerente. ¿Se está vertebrando España?

-El libro está publicado por la fundación Ortega y Gasset, que publicó La España invertebrada , que hablaba de los problemas de los separatismos. Años después, gracias a lo que ha representado la España de las autonomías y de la Constitución, estamos vertebrando España. La España plural no se refiere solo a que hay distintas realidades, sino a ser capaces de que las distintas visiones puedan integrarse en un proyecto común.

-No es frecuente que un ex ministro revele detalles de su gestión, ¿por qué lo hace?

-Nos pareció importante describir el debate territorial que hubo en la legislatura pasada, con esa idea de que España se rompe y de que fue un error abrir el debate autonómico. Yo lo viví en primera persona y me pareció importante dar mi punto de vista, porque las acusaciones de aquel momento no tenían sentido y ahora se ve con claridad: España no se ha roto, y desde luego no se va a romper.

-José Blanco ha dicho que el PSOE es la fuerza política con mayor capacidad para vertebrar España. ¿Es así?

-Es así. Hemos estado en todos los consensos constitucionales y autonómicos. Todavía España es un Estado a medio hacer, que requiere de más reformas institucionales para que lo que la Constitución prevé en cuanto a articulación territorial se pueda llevar a la práctica.

-En el libro menciona las tensiones durante la negociación del Estatuto de Cataluña, ¿por qué dice que el Gobierno intentó que el proyecto fracasara en el Parlamento catalán?

-La reforma estatutaria se abordó en un clima muy complicado. Por primera vez, el PSC ostentaba la presidencia de la Generalitat y gobernaba con el tripartito, y querían desarrollar el nuevo estatuto con un sesgo muy autonomista. Además, no conseguimos que el PP entrara en la negociación. Todo eso generó muchas tensiones y una gran confrontación que llevaron a que en un momento yo analizara con Maragall, que además no tenía fácil el acuerdo con CiU, la posibilidad de que no hubiera acuerdo en Cataluña.