La Voz de Galicia

El PP acusa al Gobierno de «coaccionar» al Supremo para que archive la causa contra Garzón

España

Colpisa

El portavoz popular, Esteban González Pons, tilda de «radicales» las manifestaciones de apoyo al magistrado.

26 Apr 2010. Actualizado a las 23:37 h.

A la tuerca a penas si le quedan ya vueltas que dar. El PP endureció aún más sus críticas al Gobierno por el apoyo que, a su juicio, está ofreciendo a los defensores de Baltasar Garzón en su «campaña» contra el Tribunal Supremo. Los populares acusan ahora al Ejecutivo de «coaccionar» al alto tribunal en un intento de forzar el archivo de las causas contra el juez de la Audiencia Nacional. Así lo expresó este lunes el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, al término de la reunión del comité de dirección de la formación liderada por Mariano Rajoy.

González Pons matizó las declaraciones que realizó el domingo María Dolores de Cospedal -ausente del cónclave debido a la votación en Toledo del Estatuto de Castilla-La Mancha-, en las que advertía de que la postura del Gobierno en el asunto Garzón «ponía en riesgo la democracia». El dirigente popular explicó que cuando «se ataca» a instituciones neutrales como el Supremo, «como lo están haciendo José Luis Rodríguez Zapatero y sus ministros», se le causa «un daño» a la democracia que tarda tiempo en cicatrizar.

El principal partido de la oposición abona su creencia de que el Gobierno intenta «esconder» la preocupante realidad de la economía española con polémicas forzadas, muy alejadas de los problemas que realmente interesan a los ciudadanos. González Pons, de hecho, culpó al Gobierno de estar más cerca de las «minorías radicales» -en alusión a los organizadores y participantes en las concentraciones en favor de Garzón- que del día a día de los españoles, «a los que tanto cuesta llegar a final de mes».

Esta teoría propició que los periodistas le preguntaran al vicesecretario de Comunicación del PP su definición de «radical», a la vez que le pidieron que pusiera ejemplos de esa radicalidad en los actos en apoyo al juez de la Audiencia Nacional. González Pons explicó que la Constitución, en su artículo primero, define a España como una monarquía constitucional. »En las manifestaciones en apoyo a Garzón se exhibieron banderas y lemas que pretenden un cambio de modelo de estado y creo que eso es una conducta claramente radical«, indicó en alusión a las insignias republicanas que portaron los congregados.

Al hilo de esta reflexión, se le interpeló sobre si él consideraba que se debía o no ilegalizar a la Falange, como partido »fascista«. El portavoz popular hizo un requiebro y recordó que las ilegalizaciones las deciden los tribunales, aunque seguidamente cogió el toro por los cuernos y declaró: »No me gusta que existan partidos fascistas, pero mi condición de demócrata me obliga a respetar a los de extrema derecha y a los de extrema izquierda«.

La postura del PP en relación con las muestras de apoyo a Garzón puede entrar en una aparente contradicción con otras actuaciones similares protagonizadas por los líderes del partido. Dirigentes del PP se manifestaron en 2007 contra la decisión del Tribunal Supremo de excarcelar al etarra Juan Ignacio de Juana Chaos.

González Pons se limitó a responder que en aquella ocasión, »y siempre«, el PP estará con las víctimas.

Unas palabras que podrían prestarse a equívocos si se asocian al contexto de la investigación que abrió Garzón -la que le puede apartar definitivamente de la carrera judicial- sobre los crímenes del franquismo. Tal vez por ello, González Pons recordó que el PP respeta la búsqueda de los familiares de desaparecidos durante la Guerra Civil y entiende que quieran honrar el dolor de las víctimas »de los dos bandos«. Para zanjar esta cuestión declaró: »No es un momento de separatistas y tampoco es un momento de separadores.

Necesitamos un Gobierno que sume, no que reste y divida«.

Quiroga y el »rencor«

Otros dirigentes populares también criticaron hoy las manifestaciones del fin de semana. La presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, introdujo un matiz novedoso en esta controversia. Animó a los jóvenes a »rebelarse« contra aquellos que quieren »trasladar todo el odio y el rencor« que llevan dentro, en referencia a los manifestantes, a la generación actual. Anunció, durante un desayuno informativo de Europa Press, que piensa practicar con el ejemplo y ser de las primeras en rebelarse. »Me parece una injusticia -aclaró- porque tenemos el mismo derecho a vivir esa democracia por la que esas personas lucharon hace 30 años, tenemos derecho a vivirla y obligación de respetarla«.

Por todo ello, la presidenta de la cámara autonómica vasca, hizo un llamamiento a la mesura. »Con esto de la Guerra Civil hay gente a la que se le está yendo la man


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