La princesa Corinna se hizo un retoque estético aprovechando la convalecencia del rey en la misma clínica

La princesa alemana, Corinna Sayn-Wittgenstein, ha sido la sombra del rey Juan Carlos durante muchos años, hasta el punto de aprovechar los ingresos hospitalarios del monarca. Durante una de las estancias del rey en la clínica Planas de Barcelona para recuperarse de dos de las seis operaciones a las que fue sometido en los tres últimos años, la princesa rubia aprovechó la coyuntura para someterse a dos «retoques» de cirugía plástica y compartir estancia.

Tal y como confirma la revista Vanitatis, Corinna pasó por el quirófano para mejorar el volumen de sus pechos con una mamoplastia y otra intervención en la que se sometió a un lifting facial completo. La amiga del rey no tuvo que hacer frente a los 15.000 euros que costaron ambas intervenciones, según Vanitatis. El médico encargado de dirigir las operaciones de Corinna fue el amigo íntimo del rey, Manuel Sánchez, doctor de plena confianza del monarca. El ingreso solidario de la princesa se produjo en mayo del 2010, tras la intervención del rey en la que se le extirpó un nódulo pulmonar.

El viaje a Botsuana

La amistad entre el rey Juan Carlos y la princesa Corinna saltó a luz pública tras el polémico viaje del monarca a Botsuana para asistir a una cacería de elefantes y que se saldó con una nueva intervención quirúrgica tras romperse la cadera en una caída accidental. Empresaria, promotora de safaris y aficionada a la vela, la provocadora y rubia princesa, de 46 años, conoció al rey Juan Carlos en Barcelona en el 2006, en la gala de los premios Fundación Laureus. Fue esta Fundación la que relacionó a Corinna con los negocio de Iñaki Urdangarin y su imputación en el caso Nóos.