La Voz de Galicia

Feijoo no está dispuesto a pagar las cuentas de Bárcenas

España

Gonzalo Bareño Madrid / La voz

La expectación es máxima ante la comparecencia de Mariano Rajoy el próximo jueves en el Senado

29 Jul 2013. Actualizado a las 12:06 h.

La expectación es máxima ante la comparecencia de Mariano Rajoy el próximo jueves en el Senado (debido a las obras de mantenimiento que se acometen en el Congreso). Y no solo entre los grupos de la oposición, que no tienen claro si habrá novedades o si les aguarda una nueva muestra de toreo de salón, sino en el propio PP. La presión por el caso Bárcenas se ha disparado. Y lo nuevo es que esa presión procede más bien de las propias filas populares, en donde parece haberse agotado la paciencia con la estrategia de Rajoy de no darse por enterado y de tratar de que los problemas se solucionen por la vía de la caducidad. Por si el presidente del Gobierno tuviera la tentación de insistir en esa estrategia el 1 de agosto, empiezan a enviársele recados internos con mayor o menor claridad en los que se le pide que no lo haga.

Uno de los que esperan que el líder del PP mueva ficha de una vez es el gallego Alberto Núñez Feijoo, que ya ha dado muestras de no querer asumir coste político alguno por la supuesta financiación irregular del PP. «Me sentiré plenamente representado por el presidente de mi partido, que comparecerá el 1 de agosto». Eso es lo que contestó Feijoo el pasado miércoles cuando alguien pretendió pedirle cuentas por esa caja B del PP que manejaban Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas y que, al menos durante cinco años, se nutría casi exclusivamente de los sobres con metálico y los talones que llegaban desde Galicia.

La frase tiene su miga, porque Feijoo no se limita a decir que todo es mentira y que si no es mentira él no sabe nada, como ha hecho otras veces, sino que deja claro que si alguien tiene que dar explicaciones por lo que pasó en Galicia no es él, sino el propio Rajoy. El presidente de la Xunta sabe que se va a hablar mucho de Galicia y del PPdeG en los juzgados durante los próximos meses. Sabe también que la oposición se va a volcar en tratar de desgastarlo por ese camino. Y el aviso es el de que nadie trate de dejarlo solo con ese problema.

Fraga y Cuíña

Hay en el propio PP quien aconseja a Feijoo que utilice una argucia ancestral, todo un clásico cuando las cuentas no cuadran: echarle culpa al muerto. Podría ciertamente Feijoo decir que todo aquello, si había algo, eran cosas de Manuel Fraga y de Xosé Cuíña. Que ambos se fueron llevándose todos sus secretos. Y no sería fácil rebatirle ese argumento. Pero sabe Feijoo que, si bien en Madrid eso sería aceptable y hasta conveniente, en Galicia muchos no se lo perdonarían. Y no está la cosa para abrir vías de agua en un PPdeG que tiene cada vez más complicado repetir mayoría absoluta en las próximas elecciones. Con o sin Feijoo. Y, por eso, al presidente de la Xunta y a muchos otros en el PP les gustaría que Rajoy subiera el jueves a la tribuna para coger de una vez el toro por los cuernos. O, al menos, que dejara claro que él asume toda la responsabilidad, para bien o para mal. Incluido lo que pasó en Galicia.

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