Reprobada política y judicialmente
España
Primera integrante de un Gobierno en ser censurada en el Congreso, se enfrenta ahora a la condena penal tras una carrera de enfrentamientos
13 Mar 2014. Actualizado a las 07:00 h.
Magdalena Álvarez no se podía imaginar cuando fue nombrada vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) hace menos de cuatro años que la jueza Mercedes Alaya iba a imputarla en el caso ERE y a ponerle una fianza astronómica. Disfrutaba de un retiro dorado, alejado de la contienda política nacional, con un sueldo de 24.000 euros al mes. Había estado una década, entre 1994 y el 2004, al frente de las finanzas andaluzas como consejera de Economía y Hacienda durante el mandato de Manuel Chaves, hasta que José Luis Rodríguez Zapatero la llamó para hacerla ministra de Fomento, cargo en el que permaneció hasta el 2009, después de sufrir un gran desgaste que se reflejaba en su baja valoración en las encuestas. Fue la primera miembro del Gobierno reprobada en democracia, en el 2007, en el Senado, con los votos del PP, pero el presidente entonces la confirmó en su cargo.
Durante su polémica gestión, Álvarez tuvo frecuentes encontronazos con la oposición por su fuerte carácter y especialmente problemas con los partidos catalanes por los retrasos de las obras del AVE a Barcelona y el caos de los trenes de cercanías.
Pero también destacó por sus conflictivas relaciones con Galicia. Nada más llegar al ministerio echó un jarro de agua fría al AVE gallego, al decir que no podía asumir las promesas realizadas por su antecesor, Francisco Álvarez Cascos. En su primer acto en la comunidad, calificó el Plan Galicia diseñado por el Gobierno de José María Aznar de «engaño a los gallegos» y «señuelo electoral» del PP.
Pero el episodio más llamativo y chocante fue su salida de tono en una rueda de prensa rutinaria en Madrid, en medio de una polémica con una periodista de RTVG que se interesó por los cambios en el Plan Galicia y a la que acusó muy enfadada de manipular. Con el micrófono aún abierto le espetó: «Me va a decir ahora a mí lo que es el Plan Galicia de mier...».
En sus cinco años de mandato, cuando el ministerio disponía aún de muchos recursos para gastar, incluidos fondos europeos, Álvarez podría haber aprovechado para invertir más y dar un fuerte empujón a las infraestructuras gallegas. Pero la apuesta de esta política nacida en San Fernando (Cádiz) en 1952, pero que se considera malagueña, fue Andalucía y así acabó el AVE a Málaga a toda prisa. En cambio, no avanzó lo suficiente en el gallego y suspendió algunas licitaciones de tramos importantes. Ahora la política que popularizó la frase «antes partía que doblá» se encuentra contra las cuerdas.
magdalena álvarez exministra de fomento, vicepresidenta del Banco europeo de Inversiones
«Me va a decir ahora a mí lo que es el Plan de Galicia de mier...»
Magdalena Álvarez