Tú habla de recortes, que yo contesto sobre herencias
España
Cañete y Valenciano protagonizan un cara a cara encorsetado que, por momentos, parecía una sucesión de pequeños mitines de dos minutos
16 May 2014. Actualizado a las 12:35 h.
Una vez más PP y PSOE han querido vender a la ciudadanía un debate inexistente. Las condiciones impuestas y sus negociaciones secretas han convertido lo que debería ser un diálogo entre candidatos en una sucesión de mítines y eslóganes. Cara a cara físico, pero sin debate. Valenciano hablando de recortes y Cañete contestando con el argumento de la herencia y así durante una hora, en la que una presentadora inexistente sólo tomó la palabra, precisamente para reprochar que la candidata socialista intentase interrumpir al exministro.
Los dos candidatos aceptaron el reto por un mismo motivo: los dos grandes partidos necesitan convencer a la ciudadanía de que es necesario ir a votar el día 25. Pues se han hecho un flaco favor. Este absurdo espectáculo de cronómetros y bloques al que ya nos tiene acostumbrados el bipartidismo de nuestro país, sólo sirve para desmovilizar, contribuir al hartazgo y demostrar que los candidatos se manejan bastante mal fuera de los discursos preparados. La candidata socialista estuvo excesivamente nerviosa, con permanente voz entrecortada y con un tono mucho más comedido de los esperable. El exministro, rodeado de papeles, abandonó por unas horas el rol de campechano para entregarse a los discursos de partido, que en ocasiones incluso le costaba leer.
Las elecciones europeas fueron simplemente la excusa para poder colar mítines de dos minutos en la televisión pública y para insistir en esos enfrentamientos ridículos que ya protagonizan a diario la política nacional. La herencia de Zapatero, la guerra de Irak, becas para Educación, el aborto... Menos la corrupción, por la que han pasado de puntillas, cualquier argumento era válido para atacar al rival aunque el Parlamento Europeo y la Comisión Europea poco pinten en la materia.
Las condiciones maravillosas
El rescate financiero fue uno de los pocos temas en los que los candidatos realmente entraron en debate. Valenciano aprovechó un desafortunado comentario de Cañete, las ya anteriormente mencionadas «condiciones maravillosas», para atacar. «¿Cómo puede decir eso si lo están pagandotodos los españoles, sobre todo los más humildes?». El exministro no dio su brazo a torcer e insisitió en que fue un rescate «ejemplar» porque había «riesgo de que más de 25 millones de ahorradores» perdieran «todo su patrimonio por culpa» del Gobierno socialista y se consiguió una refinanciación «con el menor coste posible para el contribuyente».
Hernecias
Cañete hizo hincapié en los 3,5 millones de parados más que había España al final de la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, 1,2 millones de ellos, mujeres. En el habitual repaso del PP por la herencia rebicida, el exministro añadió que las administraciones públicas terminaron sin fondos y sin capacidad de financiarse, gastando 30.000 millones que no tenían. «España estaba absolutamente al borde», concluyó el candidato del PP.
Valenciano también tiró de herencias y defendió que el PSOE dejó una herencia de derechos sociales y de las mujeres que el PP «ha dilapidado» para empezar a generar su propia herencia. «Han destruido empleo y los salarios han bajado, han aumentado la deduda del 70 % del PIB a casi el 100 % y el crédito está destrozado».
¿La pobreza existe?
Valenciano le ha echado en cara a Cañete que se «conmueva más por una décima del déficit que por la pobreza infantil». En este punto, Cañete le ha reconocido que «la pobreza existe», pero le ha recalcado que la brecha se abrió con el Gobierno socialista. De hecho, apoyándose en un gráfico, el exministro ha señalado que la pobreza infantil comenzó a descender con la llegada al poder de Rajoy.
Personas con discapacidad
Durante el debate, los dos candidatos también han dedicado unos minutos para hablar de las políticas de discapacidad. Así, Cañete ha comenzado diciendo que el PP se «preocupa de la libertad de todos» y por ello ha apostado por crear una «tarjeta europea de discapacidad que se pueda reconocer en todos los Estados de la UE». «No se dice 'discapacitados', se dice 'personas con discapacidad'», ha afirmado Valenciano en su turno de réplica, tras lo cual ha reprochado al Gobierno del PP las políticas que ha venido desarrollando en este sentido, que han pasado por «eliminar las ayudas» a los dependientes en «hasta un 50 por ciento».
Irak y Zapatero
Cañete y Valenciano han intercambiado acusaciones de haber dejado a España en mala situación con respecto a sus socios europeos, . La candidata socialista ha defendido que fue un presidente socialista, Felipe González, «quien metió a España» en la Unión y otro, Rodríguez Zapatero, el que la incluyó en el G20. «Y ustedes, la única aportación fue meternos en un conflicto bélico y separarnos del corazón de Europa. Usted estaba en ese gobierno. Tuvimos que reconstruir nosotros esas relaciones y sacar las tropas de Irak. Dejen de hablar de la irrelevancia de España», le ha espetado Elena Valenciano a Cañete. El exministro, que no ha querido discutir «los méritos» de Felipe González, ha cargado contra la polìtica de Zapatero hacia Europa por tener una posición irrelevante y ser también «irrelevantes al negociar las perspectivas financieras: perdieron 40.000 millones de euros».
Los candidatos finalizaron sus intervenciones dejando claro cuáles eran sus objetivos. Valenciano insitió en una de sus ideas de campaña, PP y PSOE no son lo mismo, mientras que Cañete se atrevió a nombrar ese gran enemigo del PP en las elecciones, la abstención. Aunque los dos partidos se apresuraron a otorgarse la victoria en el debate, probablemente el vencedor de la noche no estaba sentado en la mesa del plató.