IU invoca el espíritu del «no pasarán» para hacer frente al bipartidismo

Los líderes de Izquierda Unida, la formación que según todas las encuestas, tendrá una subida electoral más importante mañana, echaron ayer el resto en su cierre de campaña para intentar contrarrestar las insistentes apelaciones al voto útil por parte de los mayoritarios. El coordinador general de la federación, Cayo Lara, y el candidato a los comicios de mañana, Willy Meller, hicieron un contundente alegato contra el bipartidismo como el primer paso para conseguir desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa. Pero los dirigentes de la formación de izquierdas metieron en el mismo saco a los populares y a los socialistas.

De los populares, dijeron que han convertido las elecciones en «un plebiscito» sobre su política económica, por lo que si ganan mañana continuarán con los recortes para pagar una deuda «que no es nuestra». En este sentido, criticaron también a la candidata del PSOE, Elena Valenciano, por negarse a formar un frente común con IU para reclamar la revocación del artículo 135 de la Constitución, que da prioridad al pago de la deuda. «No es posible sorber y soplar al mismo tiempo», argumentó Cayo Lara.

Aprovechando que el mitin de cierre de la campaña era en Madrid, invocaron el «no pasarán» del pueblo madrileño, que «resistió frente al fascismo» durante la Guerra Civil, para recuperar ese mismo espíritu y combatir la fuerza del bipartidismo.

Valenciano, la decepción

Unas ochocientas personas acudieron a la fiesta final de Izquierda Unida, según la información de la agencia Efe, para recabar «el poder de la gente», el lema de la campaña, y poder dar así por finiquitado el bipartidismo. «Porque si no derrotamos a Rajoy, a De Guindos y a Cañete» atacarán «con más fuerza», avisó Meyer, quien, al igual que había hecho Cayo Lara, también criticó duramente a Elena Valenciano por haberse convertido en «la gran decepción de la izquierda». Van a gobernar (los socialistas) con «los amigos de Cañete. No engañéis a la gente», dijo Meyer.

Durante este último mitin, se rindió un pequeño homenaje al poeta Marcos Ana, sentado entre el público, represaliado del franquismo, que pasó veintitrés años en la cárcel, un «símbolo de la resistencia y de la dignidad de un pueblo», subrayó el candidato.

Otros que se subieron al escenario fueron la exdirigente de CC.OO. y ahora «número dos» de la lista, Paloma López, quien recordó a los electores que IU ha sido la única fuerza que ha hablado estos días de los problemas de verdad de las personas.