La Voz de Galicia

Barones del PSOE apoyan a Susana Díaz para contrarrestar a Madina

España

Enrique Clemente Madrid / La Voz Secretario general del PSOE
Rubalcaba y Eduardo Madina, número dos del grupo parlamentario, en un momento de la sesión de ayer en el Congreso.

Rubalcaba condiciona la elección de su sucesor por los militantes a que haya unanimidad, mientras la presidenta andaluza guarda silencio

30 May 2014. Actualizado a las 14:53 h.

La guerra por la sucesión en el PSOE dio ayer un nuevo giro, que puede ser definitivo. Hasta nueve barones fueron saliendo uno tras otro, en una operación perfectamente coordinada, para pedir públicamente a la presidenta andaluza que dé el paso y tome las riendas del partido. Los secretarios generales de la Comunidad Valenciana, Aragón, Canarias, Cantabria, Navarra, La Rioja, Castilla La-Mancha y Murcia expresaron su apoyo a Díaz, porque el partido necesita un liderazgo fuerte en estos momentos de grave crisis. Todos los barones están de acuerdo en respaldarla, excepto dos que se quedan fuera, al menos de momento, el extremeño Guillermo Fernández Vara y el asturiano Javier Fernández, que prefieren conocer el nombre de los candidatos antes de pronunciarse. Los barones reaccionaban así al anuncio de Madina, que el día anterior indicó que valoraría presentarse a la secretaría general si la eligen los militantes. Esta salida en tromba en apoyo de Díaz fue un duro golpe para el diputado vasco, que parecía haberse situado en cabeza de la carrera sucesoria una vez que Alfredo Pérez Rubalcaba se mostró dispuesto a abrir la vía para la elección directa del secretario general. Ahora sus posibilidades de liderar el partido se han reducido considerablemente frente a la poderosa presidenta de Andalucía, que tiene a su favor el poder orgánico del partido. Los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero también la han llamado para que asuma el mando del PSOE.

El respaldo de los líderes territoriales no implica el de su federación al completo, como dejó claro ayer el número dos de los socialistas valencianos, Francesc Romeu, quien aclaró que no hay acuerdo en el PSPV para apoyar a Díaz. Pero hay que tener en cuenta que Andalucía es la federación más numerosa y la valenciana y la madrileña la tercera y la cuarta, tras la catalana.

Esta toma de posición se producía en medio del debate sobre la forma de elegir al nuevo secretario general. Rubalcaba aseguró que «simpatiza» y le «suena bien» la solución a la gallega, es decir que sean los militantes del PSOE quienes decidan su sucesor. Pero la supeditó a dos premisas: encontrar una fórmula técnico-jurídica que lo permita, ya que los actuales estatutos no lo contemplan, y que estén de acuerdo todos los barones, ya que alguien que como él «está marchándose» solo puede adoptar un cambio tan radical de las reglas de juego con unanimidad de las federaciones.

Mientras, Díaz seguía ayer sin querer pronunciarse sobre el método de la elección y se dejaba querer. A la figura emergente del PSOE, muy reforzada tras el amplio triunfo electoral de los socialistas en su comunidad, le interesa que el secretario general sea elegido en un congreso clásico en el que deciden solo mil militantes. Su elección estaría así asegurada. Si vota la militancia correría peligro por la popularidad de que goza Madina. Pero guarda un silencio táctico. Ni a ella ni a ningún barón les interesa de momento mostrar su oposición pública a un congreso abierto, lo que a estas alturas les presentaría como reacios a la renovación.

Rubalcaba desmintió que pactara con Madina para frenar a Díaz. «El lunes dijeron que había entregado el partido a Susana Díaz y hoy algunas voces, a veces las mismas, dicen que he llegado a un acuerdo con Madina para perjudicar a Susana, las dos cosas son falsas», ironizó.

Antes de conocer el movimiento de los barones, Madina dijo que esperará a que el lunes se resuelva la forma en que se llevará a cabo la elección para anunciar si se presenta. Alertó de que si no es así, «corremos el riesgo de tener militantes en la puerta del congreso federal gritando «no nos representan». La exministra Carme Chacón siguió defendiendo las primarias abiertas. «Está bien decir un militante un voto, pero es mejor un progresista un voto», afirmó.


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