Rajoy apuesta por la continuidad en las candidaturas autonómicas

Ninguna sorpresa como, por otra parte, era de esperar. Mariano Rajoy optó por la continuidad en la designación de los candidatos autonómicos y municipales de su partido. El comité electoral nacional del PP ratificó ayer que los presidentes de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Cantabria se presentarán a la reelección. Del mismo, todos los alcaldes populares de capitales de provincia optarán a un nuevo mandato. Las únicas caras nuevas están en aquellas ciudades, como San Sebastián, Bilbao, Lérida y Toledo, donde el PP no gobierna y es improbable que lo haga tras las elecciones del 24 de mayo.

Unos porque querían repetir, la castellana-manchega Dolores de Cospedal, el cántabro Ignacio Diego y la aragonesa Luisa Fernanda Rudi, y otro porque, según dice él mismo, fue convencido por Rajoy, el castellano-leonés Juan Vicente Herrera, el caso es que el comité electoral ratificó ayer lo que eran secretos a voces desde hace meses. El presidente del Gobierno y líder del PP huyó de la renovación y apostó por el conservadurismo ante la cita electoral de dentro de cien días en la que las perspectivas populares son sombrías ante los previsibles pactos entre las fuerzas de izquierda.

Rajoy hizo valer la estructura piramidal o presidencialista que instauró José María Aznar en el partido y designó a los candidatos por su cuenta y riesgo, sin consultas y, por supuesto, sin elecciones primarias. Su intervención se limitó a los barones autonómicos, los capitanes del partido, y dejó el trabajo con los cuadros del en torno municipal de los alcaldes para la secretaria general, Dolores de Cospedal, y los secretarios regionales de cada comunidad.

Pero esta fumata blanca en la chimenea del comité que preside la catalana Alicia Sánchez-Camacho no despejó las dos grandes dudas que atormentan a los populares de Madrid y Valencia, sus dos principales graneros de votos y cuyo mantenimiento parece una empresa difícil a tenor de lo que dicen las encuestas, incluso las internas del PP. Ignacio González y Alberto Fabra no han escondido su ambición de seguir al frente del Gobierno madrileño y de la Generalitat valenciana, del mismo modo que Esperanza Aguirre y Rita Barberá tampoco han disimulado sus planes para las alcaldías de Madrid y Valencia.

El momento conveniente

«No es que Rajoy dude entre uno u otro, sabe perfectamente, y desde hace tiempo, quienes van a ser los candidatos», asegura un veterano dirigente con muchos años en las cercanías del poder popular. El presidente del Gobierno, sin embargo, no ha comunicado sus intenciones a ninguno de los cuatro implicados, al menos eso aseguran todos ellos. Actúa así, dicen las fuentes del partido, porque quiere hacer el anuncio en el momento político que más convenga al PP. Además, añaden, tiene tiempo si quiere hasta el 19 de abril para dar a conocer sus intenciones. Esta costumbre por apurar los plazos hace pensar a casi todos en el PP que una vez más elegirá caras conocidas, no se sacará ningún conejo de la chistera y dará el visto bueno a los cuatro aspirantes declarados.

Rajoy, argumentan los suyos, no quiere líos en el partido ni dar la imagen de que tiene un guirigay interno, como ocurre en el PSOE. Hasta tal punto huye de las controversias que el comité electoral ya ha confirmado las candidaturas de todos los alcaldes del PP en los grandes municipios.