La Voz de Galicia

El Gobierno tilda de «deslealtad» el viaje de Zapatero a Cuba

España

Agencias

García-Margallo asegura que el expresidente español y Miguel Ángel Moratinos no informaron previamente al Ejecutivo de la reunión con Raúl Castro. El expresidente del Gobierno evitó entrar en polémica sobre las críticas y se mostró dispuesto a informar sobre su visita

26 Feb 2015. Actualizado a las 20:18 h.

El Gobierno ha tildado este jueves de «deslealtad» e «inoportuno» el viaje que el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y quien fuera su ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, realizan desde el miércoles a Cuba, ha señalado el actual jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo.

En declaraciones a los medios de comunicación con motivo de su visita a la Casa Mediterráneo, en Alicante, García-Margallo ha indicado que Zapatero y Moratinos no informaron previamente al Ejecutivo del contenido de su viaje a la isla.

Ambos informaron unos días antes al embajador en La Habana de que se desplazarían a la isla en «visita privada», pero, según fuentes diplomáticas, en ningún momento se informó al Ministerio del contenido de su viaje ni de que iban a entrevistarse con Raúl Castro.

«En ningún caso, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha tenido noticia de esa visita. Lo cual supone una extraordinaria deslealtad en la gestión de la política exterior», ha afirmado el ministro, para quien este viaje supone también «un ejemplo de inoportunidad».

Y es que ha recordado que la visita de ambos se produce en un momento en que la Unión Europea explora, «gracias a España», la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Cuba que «supere la Posición Común» de 1996 que rige actualmente la relación de la UE con Cuba y que vincula la intensificación de los contactos a que haya avances en materia de Derechos Humanos.

Eso sí, García-Margallo ha ligado el éxito del actual proceso de negociaciones con Cuba a que el régimen cubano «dé pasos en el respeto a los Derechos Humanos básicos» y hacia la apertura «a una democracia que dé al pueblo algo que decir».

Cuestionado por si ha conocido el fondo de las conversaciones de Zapatero con Raúl Castro, Margallo ha calificado de «anomalía enorme» no haber sido informado de este encuentro, algo que «no se ha producido en otras instancias, incluidos gobiernos autonómicos, que pese a tener discrepancias importantes sobre la política exterior, siempre han respetado el deber de lealtad y respeto a los intereses nacionales que son los que defiende España».

Según fuentes del equipo del ministro, Zapatero ni siquiera llamó al ministro tras su entrevista con Castro para informarle de qué habían hablado, más aún cuando, según el diario oficial Granma, en esa entrevista se habló de «las relaciones históricas que unen a ambas naciones»

Repreguntado sobre ese encuentro con Castro, ha reiterado que no conocía de qué habían hablado y ha añadido: «es inoportuno tirarse a la piscina sin saber la temperatura del agua».

Zapatero, dispuesto a informar sobre el encuentro

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, evitó entrar en polémica sobre las críticas que ha suscitado su visita a Cuba por parte del Ejecutivo español, y se mostró dispuesto a informarle del contenido del viaje a su regreso a Madrid, según informa la agencia EFE.

En una rueda de prensa en La Habana, donde ayer se entrevistó con el gobernante cubano, Raúl Castro, Zapatero afirmó que, como expresidente, siempre ha tratado «de sumar» y «actuar por el interés de España» y señaló que, en su encuentro con Raúl Castro, abordaron el proceso de normalización de relaciones que la isla ha emprendido con Estados Unidos y abogó por la retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo para avanzar en ese camino.

«Mi posición es clara, Cuba debería salir de esa lista. Creo que eso sería acertado y positivo», indicó Zapatero, que quiso subrayar que, durante su Gobierno, cuando se trabajaba por el fin de la violencia de ETA, contó con la colaboración de las autoridades cubanas, entre las de otros países, para alcanzar ese objetivo.

También se refirió el expresidente a la tercera ronda de diálogo que Cuba y la Unión Europea (UE) mantendrán la próxima semana para lograr un acuerdo político y de cooperación, y poner fin a la llamada «posición común» del bloque, que condiciona el diálogo con al isla a cambios en material de derechos humanos y libertades.

Descalificación ante la UE

Por su parte, al ser interrogado sobre la incidencia que puede tener el encuentro de Zapatero y Moratinos en las negociaciones entre la UE y Cuba, Margallo ha augurado que será «muy poca» porque él mismo va a hablar con la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, para decirle que las opiniones que Zapatero y Moratinos «hayan podido verter, que no sabemos cuáles son, se han hecho sin que el Gobierno español las conociese y que en ningún caso representan la posición del Gobierno español».

A ese respecto, ha informado de que la postura del Ejecutivo es «perfectamente conocida» y es «la que el Gobierno dice, y solo la que el Gobierno dice».

Bajo esas premisas, García-Margallo ha subrayado que el proceso negociador entre la UE y Cuba va «en paralelo» al que siguen los Estados Unidos y se desarrolla en «amplio contacto con el Vaticano».

A juicio del ministro, «en un momento tan delicado» que exige «que todos tengamos que actuar con la misma partitura y la misma letra» el viaje «privado sin consultarlo» es «desleal e inoportuno». Así, ha recordado que su predecesor en el cargo ha estado ya en cuatro ocasiones en la isla caribeña y ha considerado que «debe explicar en calidad de qué hace esas visitas, si para defender intereses generales o particulares».

Zapatero y Moratinos fueron recibidos el miércoles por el presidente de Cuba, Raúl Castro, que no atendió al ministro García-Margallo cuando visitó la isla en noviembre pasado.

Desde el PSOE, la diputada socialista y exministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, ha manifestado que le parece «muy bien» la visita del expresidente a La Habana porque «es bueno que haya un fortalecimiento de las relaciones entre España y Cuba».


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